Cuatro colectivos de la Línea 8 de la empresa Albardón, que cubre el trayecto entre Capital y Chimbas, ya cuentan con máquinas emisoras de boletos. Si bien se trata de una prueba piloto y los choferes todavía tienen que recibir el importe del pasaje en efectivo, el sistema se asemeja bastante al que se utiliza en otras provincias, con cospeles o tarjetas magnéticas. El objetivo final es que el chofer no reciba dinero, y así el servicio sea más seguro.
Es la segunda vez que, en la provincia, se pone en marcha un intento de automatizar la venta de boletos (ver aparte).
A diferencias de aquellas máquinas, que ocupaban un espacio importante en el pasillo del coche, estas son pequeñas y están ubicadas en un lugar estratégico muy cerca del conductor. Están equipadas con una mini impresora, que emite un boleto ante la orden del chofer a través de un teclado. Desde este teclado se puede seleccionar, mediante un sistema de geolocalización, la categoría de boleto que se expenderá, según indique el pasajero.
En el boleto, una pequeña tira de papel blanco, figura: la línea, el número de interno, la sección que corresponde al viaje, la hora, la fecha y la tarifa del servicio. Por ejemplo, en el caso de la primera sección, aparece la inscripción “Común $2,00”.
Desde Atap, la asociación que nuclea a los propietarios de ómnibus, miran con mucha atención los resultados de esta prueba. Así lo afirmó su titular, Carlos Matus, al considerar que “es bueno que haya avances tecnológicos, pero tenemos que estar muy atentos a que su incorporación no signifique un costo tan elevado que los empresarios no lo puedan asumir. Vamos a esperar para ver qué resultados arroja lo de la Línea 8, que todavía está en etapa experimental”, dijo.
Matus también señaló que para la incorporación de esta nueva tecnología al expendio de boletos no es necesario el visto bueno de la Dirección de Tránsito y Transporte. “Mientras se trate de un adelanto y sea algo que no pone en riesgo a los pasajeros, no hay que pedir autorización. Lo mismo pasó con las pantallas para difundir publicidad, que incorporó otra empresa a sus unidades”, dijo.
El gerente de la empresa Albardón, Julián Garcés, explicó que la instalación de las máquinas demandó un costo muy elevado y que todavía están analizando si su incorporación a otras unidades será o no factible. “Cualquier inversión que se haga, indefectiblemente tiene que ser trasladada al precio del boleto. Si no, no hay manera de incorporar mejoras”, expresó Garcés.

