El olor que se siente en toda la cuadra y el cartel que anuncia “Disculpe las molestias, estamos trabajando para usted. OSSE”, se mantienen en la calle Cereceto, entre Jujuy y Rioja, en Capital, desde hace 3 meses, según cuentan los vecinos. Ellos dicen que el problema comenzó con un hundimiento que luego se transformó en un pozo, que ahora está cubierto de aguas servidas que salen y corren por la orilla de la arteria. Y que, a pesar de que ya cuentan con más de 100 reclamos, los operarios de OSSE se presentaron para colocar el cartel de advertencia y una luz, pero no volvieron más.
“El problema empezó hace más de 3 meses. Vimos que el pavimento comenzaba a hundirse y después se hizo un pozo del que salía agua. Pronto, el pozo se fue haciendo más grande. Llamamos a OSSE y vinieron. Pero sólo sacaron tierra para ver el caño, marcaron las orillas como para romper y pusieron el cartel. Después no volvieron”, contó Orlando Sabatini, quien vive justo enfrente del pozo. Y agregó que “entre todos los vecinos hemos hecho más de 100 reclamos, pero no tenemos respuestas”.
Según la gente de la zona, en primera instancia ellos colocaron ramas y caños, para que los conductores se dieran cuenta de que no podían pasar por allí con el fin de evitar accidentes. Después, los operarios de OSSE sacaron todo y pusieron el cartel con la luz roja. Además, cavaron el interior del hueco para detectar la rotura y se fueron.
Ahora, el pozo, que según los vecinos tiene aproximadamente 1 metro de profundidad, está cubierto de agua y basura. Como el agua sigue drenando, corre por la orilla de la cuadra y expande el olor nauseabundo frente a todas las viviendas. Incluso, ha formado otro pozo en el pavimento, a unos 300 m de distancia, donde se queda estancada.
Además, en el hueco se puede ver las larvas de mosquitos que se van reproduciendo con el paso de los días. Al respecto, Carlos Sollosso, otro de los vecinos, comentó que “es insoportable el olor, sobre todo cuando hace calor y el viento lo lleva hacia las viviendas. Además tememos porque se están criando muchos mosquitos. Siempre dicen que se evite tener agua estancada para que no proliferen, pero nosotros no podemos hacer nada”.
Por otro lado, los vecinos temen que el agujero se haga más grande y haya un accidente. Es que, por el momento, el pozo impide el paso por la mitad de la calzada, pero los autos, colectivos de línea y camiones siguen circulando por el sector que queda sano. Sin embargo, la gente dice que, por la acción del agua, el hueco podría seguir haciéndose más grande y luego podría ceder pavimento. “Se podría caer algún vehículo y, además, ¿sabe cuánto tiempo estaríamos con la calle cortada si sucede eso?”, dijo Sollosso.

