Los arubianos aprenden en su hogar a hablar en papiamento (lengua nativa), que es una curiosa mezcla de idiomas, al punto que uno escucha palabras aisladas en español, entrelazadas con portugués, inglés, holandés y francés. Pero apenas comienzan la escuela, el holandés se transforma en el idioma oficial de enseñanza-aprendizaje; con la obligación adicional de aprender inglés y español. Así todos los que salen de la primaria ya tienen incorporadas (unos mejor que otros), las cuatro lenguas. Nada mejor para un país que vive exclusivamente del turismo.
