– ¿Cree que es importante que San Juan tenga un ballet provincial?

– Tengo la esperanza que este hermoso teatro sirva para que San Juan pueda tener un cuerpo de baile y que los bailarines no necesiten irse. Noto mucho en el interior que la gente hace una carrera, se mata trabajando y cuando termina, entra a la facultad porque no hay escenario; entonces queda como hobby o se dedica a la docencia. Si hay inteligencia para desarrollar esto, hay que buscar la persona idónea, porque no todo el mundo puede ser director de un ballet, y además tiene que ser un director presente. Y hay que cambiar la mentalidad de trabajo, porque sé que acá existe la siesta, y en un ballet hay que trabajar 8 horas diarias…

– Aunque no hay definiciones, no se habla de elencos estables…

– Es que muchas veces las estabilidades traen conflicto. Pero en la mayoría de las compañías del mundo hay contratos anuales: si no funciona, le mandás el preaviso y el bailarín sabe que el año siguiente no va a estar. Pero no sirve formar un ballet para hacer una función y cuando termina, de vuelta a su casa; porque esos bailarines que han estado trabajando muchísimo, vuelven a lo sumo a las academias, que son bárbaras para una formación de principio, pero no para una compañía. Habría que probar con un ballet de 20 personas, no es tanto el presupuesto…

– ¿Cuánto cobra, aproximadamente, un bailarín?

– Yo no puedo hablar de los números de la provincia; sí te digo que en Buenos Aires cobra alrededor de 20 mil pesos. Pero si me están hablando de la fortuna que es este teatro, si tienen una orquesta muy buena y un director de la Sinfónica que es fantástico, como Emmanuel Siffert, que además es excelente dirigiendo ballet (NdeR, dirigió en el Colón, entre otras cosas, la despedida de Paloma Herrera), bueno, no creo que con todo lo que ya tienen sea imposible…

– ¿Es una motivación real para los bailarines locales?

– Lo veo ahora, con las chicas… es darle un empujón a la gente que baila en San Juan. Pero creo que cuando vean esto, va a haber un click…

– ¿Puede ser el puntapié, dice usted?

– No hay que dejarlo enfriar. El 26 de noviembre todos se van a felicitar por lo que hicieron. Si el 27 cierran la puerta y no se habla más, olvídate. Y eso, lamentablemente, pasa mucho en la Argentina.