-¿Cómo afectó a la banda la deserción de uno de sus fundadores, Mateo Moreno? -También se fue Pablo Abdala, el baterista y fundador también. Al principio nos dio tristeza porque se iban dos de mis mejores amigos y nos cuestionamos si seguíamos o no. Pero automáticamente nos dimos cuenta de que queríamos seguir tocando y por suerte fue la mejor decisión que pudimos tomar. -¿Pero Mateo era uno de los compositores ¿Eso cambió el trabajo de NTVG? -No, porque cada disco tenía sólo 2 o 3 canciones de su autoría. Sus temas están buenos pero la banda no se desbalanceó. -¿De qué manera viven el impacto que causaron en Argentina? -Con felicidad. Nos enorgullece venir desde tan lejos y que la gente nos trate con el cariño y el respeto que lo hacen sabiendo de donde venimos pero tratándonos como una banda local. -¿Creés que este recibimiento tiene que ver, en alguna medida, con que vos sos argentino? -No creo porque cuando empezamos a ir no decíamos eso en ningún lado y la gente respondía igual. Para mí no tiene nada que ver, es la música y el grupo que generan esas cosas. -¿Por qué invitaron a Sokol y Parisí en su último trabajo? -Porque cada una de las canciones era como que nos pedía la participación de ellos. No fue que los invitamos y después vimos cómo los poníamos, sino al revés. Ellos accedieron, se re coparon y dejaron lo mejor en el disco.
