Pajarito Páez hizo triplete de medallas, con oro (CRI), plata y bronce (Persecución), y ayer en la carrera de pelotón pudo reponerse a la adversidad porque una fatiga en su rodilla casi lo obliga a abandonar a cuatro vueltas del final. Osvaldo venía escapado con el cordobés Maximiliano Almada, quien logró el oro, y el puntano Alejandro Durán, bronce, en el intrincado circuito de 2,8 kilómetros de extensión (fueron 37 giros), con un registro de 2h.27m.24s. Páez, además de la lesión, sintió mucho el esfuerzo de salir a cazar en soledad a sus rivales, que se habían fugado al promediar la carrera. Para colmo, el final de la prueba se disputó con fuertes ráfagas de viento.”Estaba por abandonar, ya no podía seguir. Pero escuchaba los gritos de aliento de la gente y seguía”, dijo el Pajarito. Y en una muestra de transparente humildad, confesó: “Pido disculpas por no ganar el oro. Lo busqué, pero no pude”, culminó el ciclista que a mediados de año fue al Mundial de Rusia y demostró en Córdoba que lo suyo no es cuento. Que dejó de ser promesa para convertirse en realidad.
