La Catedral metropolitana de San Juan se prepara para un cambio histórico en su estructura. Es que empezaron a construir una estructura vidriada en su acceso, un especie de atrio de cristal, que permitirá mantener sus enormes puertas frontales abiertas de par en par durante el día. Este es un viejo proyecto que busca que el interior del templo pueda ser visto desde afuera y ponerle fin a esa sensación de iglesia constantemente cerrada, pues actualmente el acceso principal se inhabilita para evitar el frío, el calor, el polvo y, especialmente, el ruido. Por eso, a la Catedral se accede mayoritariamente por los laterales.
Monseñor Alfonso Delgado dijo que la necesidad de mantener las puertas cerradas debido a cuestiones externas daba la impresión de que la Catedral nunca estaba abierta. Y que ahora, con el inicio del Año de la Misericordia y la declaración de la Puerta Santa en el templo para darle indulgencia a quienes atraviesen el umbral, más que nunca buscan revertir esa situación.
Para solucionar el inconveniente, un arquitecto diseñó una estructura de cristal templado de 10 mm de espesor, con herrajes de bronce platil. De esta manera, las grandes hojas de metal podrán abrirse y permanecer de esa manera durante todo el día, sin que esto genere problemas por factores climáticos o el sonido de vehículos y transeúntes.
Según informaron desde la Catedral, que ahora está a cargo del sacerdote Gustavo Lunas, el monto de la obra es de $61.800, afrontados con fondos propios y para el cual hasta venden un bono contribución. Ya fue montada una de las paredes de cristal y el objetivo es poder terminar los trabajos antes de fin de año.
La última vez que realizaron obras en el interior de la Catedral fue entre 2009 y 2012, con trabajos de pintura, iluminación, sonido, restauraciones varias y hasta la colocación un pesebre, recordó al anterior párroco, Rómulo Cámpora.

