"¿Ya me toca a mí?", preguntaba un nene que estaba descalzo y primero en una larga fila de niños que esperaba para subir a un castillito inflable. La postal se repitió en cada uno de los 8 castillos, que fueron los más buscados en el Parque Provincial de Rawson ayer por la tarde, en el chocolate que el municipio organizó para festejar el Día del Niño. Allí, además de saltar, los chicos se divirtieron y bailaron bajo el escenario mientras sonaban distintas bandas de cumbia.
Desde las 14:30 los niños comenzaron a entrar al parque, al que ingresaron unas 15.000 personas, según datos de los organizadores. El Sol ayudó a que todos pudieran sacarse las camperas abrigadas y jugar cómodamente en las las hamacas y las maromas. Pero lo que acaparó toda la atención fueron los castillitos, atrás de los cuales los chicos empezaron a hacer colas desde el principio.
La fila más larga estaba en el gusano gigante, en cuyo costado se acumulaban los zapatos de los chicos que se quedaban en medias para poder saltar. Para jugar en ese inflable, los niños tenían que entrar por la boca del animal y recorrer su interior sorteando obstáculos hasta llegar a la salida. Los niños saltaron también en los castillitos convencionales, pero sólo podían estar adentro unos 7 minutos, es que la demanda era tanta que tenían que turnarse para que todos pudieras entrar.
Mientras los inflables de distintas formas y colores temblaban por el movimiento de los más chiquitos, los efectivos del Ejército Argentino preparaban el chocolate que servían acompañado con facturas. Y sobre el escenario desfilaban los números artísticos. El primero en subir fue el payaso Lalala, que le puso humor a la tarde e interactuó con el público que lo miraba desde abajo. Después, le llegó el turno de presentarse a un grupo de chicas del barrio Franklin Rawson, que hizo coreografías sobre el escenario. La diversión también estuvo en manos de los títeres de A Contramano, quienes dejaron paso al espectáculo musical en el que las bandas El Cambio, La Posta y La Ktomb pusieron a todos a bailar al ritmo de la cumbia.
Además, durante toda la tarde hubo sorteos de juguetes y de bicicletas, las más esperadas por los chicos.

