Hubo personas que hicieron varios intentos por ingresar al oratorio de la Difunta Correa sin tener que hacer fila por mucho tiempo mientras subían la escalera. Pero fue imposible. Debido a la cantidad de devotos, la gente tuvo que esperar por casi 60 minutos para tocar la imagen de la Difuntita. Daniel Rojas, a cargo de la Fundación Vallecito, dijo que unas 22.000 personas pasaron ayer por el lugar, cifra que ratificó la Policía y que marcó un récord de visitantes para Semana Santa. En el Viernes Santo del 2012 fueron 15.000 y en el del año pasado, 20.000.

A las 8 de la mañana, la escalera hacia el oratorio estaba repleta de gente. Y la fila no se movía, pese a que ya habían transcurrido 20 minutos. Por eso, un grupo de amigos decidió dividir la tarea para ganar tiempo. Unos seguirían esperando en la escalera para ingresar al oratorio, mientras otros se encargarían de prender las velas en honor a la Difuntita afuera del oratorio, donde también había una fila interminable de gente.

Mauro Jofré estuvo unos 5 minutos de rodilla esperando que avanzara la fila y así poder terminar de cumplir la promesa que le hizo a la Difunta Correa por la salud de su hijo de un año. Esperó hasta que un hombre le dijo: ’pedí permiso para que la gente te deje pasar, sino van a ser las 10 de la noche y todavía vas a estar acá’. Con timidez, el promesante pidió permiso, y la gente le abrió paso. De todos modos no pudo avanzar muy rápido por la escalera, porque adelante iban 3 promesantes más, 2 subiendo la escalinata de espalda y otro más de rodillas.

Pasaron 10 minutos y la fila avanzó sólo 4 escalones y algunos padecieron las consecuencias de la espera de pie. ’Una ambulancia’, gritó un chico de entre el contingente. Pidió la asistencia médica para una mujer que se descompensó por la espera de pie. Es que había peregrinado desde Caucete y no soportó el cansancio.

Transcurrieron las horas y la postal de la escalinata colmada de gente se mantuvo constante. Pero no fue el único sector donde se vieron filas interminables. Otro fue la boletería de la empresa de ómnibus. Es que este año, la mayor parte de la gente se volvió a su casa después de cumplir su promesa y no se quedó a acampar.