El olor nauseabundo se percibe al pasar por la vivienda de la esquina de Félix Pineda y Lateral de Circunvalación, en Villa del Carril, Capital. Mientras que al mirar por la ventana de la casa abandonada, las cajas de vino, pañales, cuadernos y hasta materia fecal, dan cuenta del espantoso hedor que sale hacia la calle. Pero eso no es todo. Según los vecinos, el lugar, que es usado como basurero, también se convirtió en un aguantadero nocturno de jóvenes que se drogan y hasta roban. La dueña de la casa, que no vive allí, dijo que puso ladrillos para impedir que ingresaran y le robaron todo. Además, aseguró que no tiene dinero para reparala.
Hasta 2009, esa esquina estaba habitada. Aurelia Toro (77 años) vivía sola y tenía un almacén. Pero en la madrugada del 1 de diciembre el fuego consumió la vivienda y quedó en la calle. Desde ese momento, la tranquilidad de la esquina desapareció. Es más, las paredes tiznadas y algunos palos y cañas calcinadas en el techo siguen dentro de la casa, además de la basura.
La vivienda en cuestión tiene los huecos de las puertas y las ventanas Sólo permanece de pie algunas estructuras. También, las paredes están trizadas y con huecos. Gladys Villañez, vecina de la villa, dijo que en las noches, hay gente que entra a la casa sin importar el peligro que puede haber. ’Es un aguantadero de chicos que sólo hacen daño’, dijo la mujer que vive junto a la problemática esquina. Además, aseguró que las personas que se reúnen en ese lugar ya robaron a los transeúntes y hasta caminan por el techo de su casa durante la madrugada. Esto, la llevó a realizar una denuncia en el Juzgado de Faltas de la Municipalidad de la Capital, que es quien recibe estos reclamos (ver aparte). Desde la comuna le dijeron que puede llevar un mes poder darle una solución.
Al igual que Gladys, Erica Muñoz, otra vecina dijo que en las noches da miedo caminar cerca de la casa. ‘Cuando pasa una mujer le gritan de todo desde adentro y nosotras tenemos miedo. En la zona hay muchos niños y no queremos que les pase nada’, dijo. Mientras que otras personas de la zona dijeron que hay días que no pueden abrir las ventanas de sus casas por el olor que sale desde la esquina. Hubo veces que hasta arrojaron animales muertos.
Ante esto, la dueña de la casa, quien ahora vive con una sobrina, dijo que ella no tiene fondos económicos para arreglar la casa y hacerla habitable. ’Soy jubilada y esa casa hay que hacerla de nuevo. Yo no puedo venderla porque está en trámites de sucesión. Esa casa era de mi mamá y un tío mío, nunca estuvo a mi nombre’, dijo la mujer, quien reconoció que la vivienda trae problemas y dijo que una vez que salga la cuestión legal ella va venderla. A la vez, explicó que son los mismos vecinos los que arrojan la basura en el interior y que dos veces cerró los huecos de las ventanas y las puertas con ladrillos, pero que al poco tiempo se robaron todo. ’Mientras yo le pagaba al obrero por los arreglos, un vecino me llamó por teléfono para decirme que me estaban robando todo. No dejaron que el cemento se secara para sacar las cosas’, dijo.

