Atención. Actualmente hay seis bebés vulnerables al cuidado de las voluntarias en Casa Cuna, donde reciben desde alimentación hasta afecto. 

En el ingreso está uno de los bienes más preciados: la pizarra donde está indicado el horario de la consulta médica y de las terapias para los bebés. Esto les permite a las voluntarias organizar los turnos para bañarlos, ya que por la estrechez del baño sólo pueden bañar uno a la vez. Esta condición, más la falta de espacio para recibir a los padres que buscan revincularse con los pequeños, son los principales problemas edilicios que enfrenta Casa Cuna y que complica el normal desarrollo de las actividades. Es por este motivo que se organizó una actividad gastronómica solidaria para recaudar fondos (ver aparte) y, por primera vez en casi seis décadas de existencia, reformar y ampliar el edificio donde funciona esta asociación civil sin fines de lucro. Su misión es cuidar a niños judicializados hasta que se resuelva su situación.

A las 7 se abre la puerta principal y el aroma a limpio es lo primero que se percibe. Luego, la decoración con flores de colores y peluches por todos los rincones que cambian la imagen y visión que se puede tener del lugar. Nada indica que allí hay bebés y niños abandonados o maltratados. Brindarles una sensación de hogar es parte de la función que cumple Casa Cuna, pese a sus limitaciones. "Este edificio fue construido en 1960 y a pesar de estar en muy buenas condiciones quedó chico para su propósito. El baño, por ejemplo, tiene una linda bañera para bañar a los nenes más grandecitos. Pero para bañar a los bebés tenemos que colocar una banqueta y arriba una bañera de silicona, con lo cual se reduce más aún el espacio. Por eso hay que bañarlos por turnos y de a uno, lo que retrasa un poco las tareas", dijo María Alves, presidenta de Casa Cuna.

Estrechez. En el lavadero de Casa Cuna solamente hay espacio para un solo lavarropas y eso complica también la tarea del lavado de prendas.

 

La falta de espacio también se evidencia cuando llegan al lugar los padres de los niños alojados en esta casa y que buscan revincularse con ellos, o las parejas que aspiran a adoptar uno y que quieren entablar un vínculo. No disponen de un lugar específico donde reunirse con ellos. Lo hacen en la sala principal, en medio del trajín diario de las empleadas y voluntarias, y del llanto de los demás niños. "Estos son algunos inconvenientes que buscamos solucionar con la ampliación. Al menos queremos construir dos salones, uno en planta baja y otro arriba, en una primera etapa. Después vendrá la ampliación del baño. Profesionales nos hicieron el proyecto gratis, ahora nos toca a nosotras reunir los fondos", dijo Alves.

La mujer agregó que el salón de planta baja se destinará a espacio para recibir a los padres y parejas que visiten a los menores, mientras que el del primer piso será para dictar talleres sobre alimentación, hábitos de higiene, prevención de enfermedades y demás temas, dirigidos a las mamás. También, se convertirá en la primera sede que tendrá la Comisión Directiva de Casa Cuna. "En casi 60 años de funcionamiento la Asociación no tuvo nunca una sede propia. Las integrantes de la comisión nos reunimos en cualquier lugar que nos presten. Por eso estamos entusiasmadas en tener este espacio propio", dijo Alves.

La Asociación Casa Cuna fue creada en junio de 1960. Se encuentra dentro del Hospital Rawson y asiste a niños abandonados o con problemas judiciales. No depende del Estado ni recibe ningún tipo de subsidios y subsiste con el aporte de socios y donaciones. Trabaja con voluntarios que se turnan para cuidar a los chicos, llevarlos al médico y para cooperar con las diferentes actividades que organiza la institución para recaudar fondos. Desde que fue inaugurada albergó a más de 1.300 niños abandonados y con problemas judiciales. También cuidó a más de 1.720 niños cuyas madres estuvieron internadas en el Hospital y que no tenían quien los cuidara. Actualmente alberga a 6 bebés, de entre 27 días y 10 meses, que esperan la resolución de la Justicia para saber su destino.

 

 

"La solidaridad es el pilar"

Por María Alves — Presidenta de la Asociación

"Sin la ayuda de la gente, Casa Cuna no podría seguir funcionando. La solidaridad es el pilar. Si bien contamos con los fondos que aportan los socios, el gran aporte lo recibimos de la comunidad, y no sólo de ayuda material. A las donaciones que nos hacen particulares, empresas e instituciones se suma el trabajo invisible y, quizás más importante, que es el que realizan las voluntarias. Son mujeres que desinteresadamente dejan su actividades cotidianas para cuidar a los niños hasta por las noches. Ellas se encargan de llevarlos al médico, de darles la medicación, de alimentarlos y también de mimarlos, ya que el afecto es fundamental para sacarlos adelante. Y afecto sobra. Las voluntarias cuidan con el mismo amor a los más de 130 niños vulnerables que por año pasan por nuestra institución".

 

 

> Un megaevento gastronómico solidario

 

Este mes se realizará en la provincia un megaevento con fines solidarios que tendrá como destinataria a Casa Cuna, y que ya recorrió varias ciudades del país. La actividad, a través de la cual se colaborará con esta asociación civil, propone la elaboración y venta de 3.500 pizzas y 3.500 empanadas. La misma se realizará el próximo viernes 16 de agosto y estará a cargo de un equipo de destacados maestros pizzeros y técnicos que trabajarán en forma continua hasta vender la totalidad de lo producido, y que lo harán en conjunto con la Municipalidad de San Juan y la Asociación de Propietarios de Pizzerías, Casas de Empanadas y Afines (Appyce).

Para la realización de ambos productos los expertos utilizarán un camión-cocina móvil de 11 toneladas, que estará instalado en Avenida Ignacio de la Roza y Tucumán, donde la actividad comenzará a las 10. A partir de esa hora, la gente ya podrá reservar su compra.

Todo lo recaudado con la venta será destinado a la obra de ampliación del edificio de Casa Cuna en San Juan.