El hasta hoy presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, quiso dar un discurso de despedida tras su rápida y sorpresiva salida del Gobierno.
"Melco no se va, Melco no se va" era el cántico que se escuchaba sobre los aplausos cuando el economista se hizo camino para llegar al atril. Las palabras no fueron su primer mensaje: Melconian tapó su rostro pero no pudo ocultar el llanto desconsolado; los hombros encogidos marcaban el ritmo de los sollozos. Se acercó al micrófono y empezó a hablar.
Durante un breve discurso de 14 minutos que presenció Infobae, se mostró orgulloso por su tarea en el Banco Nación, pero dejó en claro que su partida no fue su decisión. "Hoy es un día difícil, terminó siendo más difícil de lo que creía. Me toca despedirme de un lugar del que no me quiero despedir. Esto es al revés del ‘yo me quiero ir’, acá yo me quiero quedar", sostuvo.