”Un, dos, tres, remen”, gritaban los chicos sentados sobre un nailon negro que simulaba ser un balsa. La consigna era avanzar en equipo como si tuviesen que salvarse de un naufragio. Lo que se buscó es que trabajaran coordinados y pensando en el otro. Este fue uno de los tantos juegos de los que participaron ayer los scouts sanjuaninos. Fue en el marco de una jornada histórica. Por primera vez se reúnen todas las secciones de la provincia en una actividad conjunta para dar inicio al año. El encuentro se realizó en el predio de La Granja, en Santa Lucía y duró todo el día.
Los chicos fueron puntuales. El buen clima ayudó a realizar las actividades propuestas por los coordinadores. Así, al grito de “siempre listos”, los más de 1.000 chicos de todas las edades pusieron mucha energía a la hora de participar de los juegos. Pero también hubo un momento para el encuentro espiritual que llegó a la hora de la siesta. Para el cierre, se celebró cuatro misas de manera simultáneas. Esto fue para que todos los grupos pudieran vivirlas de cerca.
El día estuvo cálido. El sol por momentos fue un peso, por lo que los chicos, cada tanto, buscaron la sombra de los árboles. Pero nada de esto fue impedimento para la diversión. La jornada comenzó a las 10 con el izamiento de la bandera. Luego llegó el turno de los juegos. Divididos por secciones, los scouts se distribuyeron por el enorme predio de la Granja. Es que cada juego demandó una buena extensión de terreno para su desarrollo.
Mientras que un grupo ensayaba el lema, los cánticos y desplegaba su bandera, el otro se pintaba la cara con los mismos colores de los pañuelos que portaban. “El blanco es la pureza, el celeste significa el manto de la Virgen, y el negro, la sangre de Cristo”, explicó una de las scouts que tenía pintado hasta el pelo.
Mucha adrenalina, alegría y energía es lo que tuvieron los chicos durante toda la jornada. Atentos escucharon las consignas para poder llevar a cabo adelante cada juego propuesto.
Nadie sabía de qué se trataban las actividades. Los coordinadores de cada grupo explicaban las consignas poco antes de empezar cada juego. Entonces se ponía en evidencia la capacidad de trabajo en equipo que tenía cada grupo.
Arrastrarse, subirse a caballito sobre el compañero, improvisar una balsa, jugar a las carreras de obstáculos, fueron algunos de los juegos que hicieron. El reencuentro espiritual también tuvo su espacio en la jornada y fue pasada la siesta.
Coordinación
Los coordinadores llevaron varios elementos para ser usados en cada juego. Aros, botellas, globos, bombitas, remos. Todo fue válido a la hora de dar las consignas en la que el objetivo en común fue el trabajo en equipo, con la meta de hacer hincapié en los valores familiares. Este fue el lema en el que se trabajó en la jornada de iniciación.
Los participantes
Participaron grupos de todas las edades y de distintos puntos de la provincia. Llegaron scouts de Caucete, de Capital, Rivadavia, Rawson, Santa Lucía y 25 de Mayo. Hubo hombres y mujeres, además de algunos familiares que acompañaron a los más chicos.
El objetivo
Este año, las actividades se desarrollaron bajo un trabajo pastoral de familia, donde educadores y animadores pensaron en juegos y dinámicas de trabajo para lograr que los chicos sintieran y vivenciaran la institución de la familia.
Las secciones
El encuentro se dividió por secciones. Estuvieron los Lobatos y Lobeznas que son los scouts que tienen entre 7 y 11 años, los Socuts, de 11 a 14 años; los Caminantes de 14 a 17 y los Rovers, que van de los 17 a los 21 años de edad.
