Vaticano.- Feliz y muy contenta de haber participado de la celebración donde el Papa Francisco declaró santo a alguien que ella ya conoce, José Gabriel del Rosario Brochero, ese cura que le salvó la vida a la distancia y gracias a los rezos de sus familiares.
Se trata de Camila Brusotti o “la nena del milagro” como la citan en el mundo entero luego de la misa que se dio este domingo en el Vaticano y ante miles de files que siguieron la celebración por todo el mundo.
En ese lugar, Camila fue protagonista junto a Nicolás Flores, el chico del otro milagro de Brochero y que el Vaticano tuvo en cuenta para declararlo santo.
El adolescente de 16 años había tenido un accidente vial cuando tenía solamente 11 meses de vida, y cuando los médicos ya no creían que podría tener una vida normal se recuperó ante todos los pronósticos de la ciencia.
Camila Brusotti no estuvo sola ya que fue acompañada por su padre pero también por sus abuelos maternos, quienes le rezaron a Brochero para que la salvara. Y fueron ellos los encargados de entregar en el Vaticano el relicario de Brochero, fragmentos del hueso del dedo de una mano.
Tras la celebración, los dos jóvenes se encontraron y decidieron retratar el momento con una foto.
