A primera hora de la mañana de ayer, la comunidad sanjuanina se conmocionó tras salir a la luz la decisión del papa Francisco de nombrar como arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo,a monseñor Jorge Lozano (61), oriundo de Buenos Aires, que hoy es obispo de Gualeguaychú (Entre Ríos). En junio del año que viene será la nueva cabeza de la Iglesia en la provincia cuando Alfonso Delgado, al cumplir 75 años, renuncie a su cargo. De este modo, la autoridad máxima eclesiástica local cambiará tras 17 años. En el 2000, monseñor Ítalo Severino Di Stéfano le dejó su puesto a Delgado.
Si bien hace un año que Delgado pidió al Vaticano que nombren un arzobispo coadjutor (ver aparte), la decisión se tomó recién ahora, en medio de una fuerte polémica en la que hay denuncias cruzadas en una investigación por presunto lavado de dinero y evasión impositiva por parte de la cúpula de la Iglesia sanjuanina, escándalo que fue revelado con entrevistas en DIARIO DE CUYO.
Lozano dijo que se instalará en San Juan en octubre próximo pero que hará una visita en septiembre. Mientras que asumirá como arzobispo en 2017.
La nueva designación fue vista con buenos ojos por la Curia local que reconoció que se trata de un hombre muy distinto a Delgado. Algunos sacerdotes afirmaron que Lozano es muy cercano a la gente y que está acostumbrado a andar por las parroquias. Por eso auguran una nueva era.
Por su lado Delgado dijo que él pidió al Papa la figura de un coadjutor porque el físico no lo acompañaba y lo hizo el año pasado. “Quiero evitar lo que me pasó a mí. Cuando llegué a San Juan, monseñor Di Stéfano tenía muchos problemas de salud y no pudo pasarme todos los conocimientos”, dijo el actual arzobispo. También agregó que cuando hizo el pedido, el Papa pidió nombres de posibles postulantes y en la lista estaba el de Lozano. “No hay un armario con obispos con determinado perfil. Son seres humanos con dificultades y aciertos. Estoy muy feliz por esta designación”, dijo Delgado.
Lozano es un hombre sencillo, de pocas palabras y que le gusta caminar, según se autodefinió. Dice que se siente cercano a la tarea pastoral del Papa y que espera que en San Juan lo vean como un amigo. Este sacerdote es adepto a las redes sociales y siempre está listo para realizar alguna reparación eléctrica. Visitó San Juan en dos oportunidades: una cuando era seminarista y otra, ya sacerdote, se instaló por unos días en Caucete. Habló con DIARIO DE CUYO de sus anhelos y contó que se lleva bien con los políticos. “Recibí la noticia con sorpresa. No me lo esperaba. Estoy con mucha alegría”, dijo Lozano.
