En medio de los más de 38 grados, más de 700 personas coparon el Del Bono Beach, donde las piletas y el tobogán acuático fueron los protagonistas de la tarde. También se habilitó la pileta de El Pinar.
Cómo parte de un ritual de los balnearios, en el Del Bono Beach las familias y los grupos de amigos se encontraron a la orilla de la pileta para apaciguar el calor sanjuanino. Así, reposeras y toallones en el piso, fueron el mejor lugar para disfrutar del sol, de una larga charla, de una bebida refrescante y hasta del mate, a pesar de la siesta calurosa. Los sitios donde estaban las sombrillas, también fueron requeridos por los que llegaron al complejo que está en el dique de Ullum.
EL CHICHE DEL VERANO
Al igual que todos los veranos, las piletas de Del Bono Beach se llenan de gente, pero este año tiene un atractivo extra: un tobogán acuático gigante, que se transformó en la sensación de las vacaciones y es el más requerido, no sólo por los chicos.
Azul e imponente se ve desde la entrada del balneario. A la vez las largas escaleras hacen que la adrenalina de la gente empiece a subir. Entonces los gritos, las risas y el chapuzón final hacen que esos segundos se vuelvan muy divertidos en el camping. Las cámaras de fotos de los papas esperando a sus hijos y las chicas jóvenes sosteniéndose la bikini son las postales más comunes del tobogán.
A pesar de juntar toda la atención del balneario, el tobogán no es el único atractivo que tiene la concurrida pileta. Hay clases de gimnasia, barras con tragos, música en todo el balneario, parrilleros, canchas de tenis y una nueva cacha de fútbol 5.
Además para los turistas que ocupan las cabañas ofrecen el servicio de cabalgatas y trekking por el dique. El gerente del lugar dijo que los fines de semana los visitan muchos turistas de Mendoza.
Por otra parte, el camping del Pinar largó ayer su temporada de pileta. Con poca gente debido a que era el primer día, la pileta recibió a unas 70 personas que en familia aprovecharon de la calurosa tarde.

