En todo el interior el precio de los combustibles está por encima de los de la Capital Federal y su área metropolitana. Por eso, en el Congreso hay un proyecto de ley que exige al Poder Ejecutivo que asegure la uniformidad del precio al consumidor final de los combustibles líquidos en las estaciones de servicio del país. La iniciativa es de autoría del diputado nacional por el Peronismo Federal de Mendoza, Enrique Thomas, y está siendo impulsada por el diputado Felipe Solá.

La iniciativa propone: Fijar un precio común para todas las compañías y establecer, para toda la geografía argentina, los valores vigentes en la Ciudad de Buenos Aires.

Según lo publicado en medios nacionales, tiene buena aceptación por parte de los colegas y aseguran que lo apoyarían también en el Senado, donde el año pasado ingreso un proyecto similar firmado por 23 senadores peronistas.

El texto del proyecto de Thomas -4558-D-2010-,señala que la brecha de precios de naftas y gasoil en el interior del país alcanza los 40 a 50 centavos respecto a la que se registra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el área metropolitana.

La carga impositiva diferencial no es determinante para explicar el mayor precio de los combustibles líquidos en el interior del país. En Mendoza (y en San Juan) explica que se cobra impuesto a los ingresos brutos al expendio de combustible tomando como base el diferencial entre el precio de compra y el de venta. En la Capital, la base imponible del impuesto a los ingresos brutos es el precio de venta, sin impuestos, más el impuesto a los combustibles, con lo cual, la carga tributaria resulta superior y sin embargo, el precio es sensiblemente menor. “El privilegio de tener precios de combustibles líquidos más bajos en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia, hace que para todos aquellos argentinos que habitan el interior del país todas las actividades tendientes a aumentar el crecimiento y la producción resulten más costosas”, explica el texto.