La pieza no es grande. El piso está cubierto de ladrillo y las paredes de madera guardan el rastro de la humedad. No son más de 10 niños los que toman clase en ese sitio, que se encuentra en una de las zonas más tradicionales de Asunción del Paraguay. Se trata de la habitación en la que murió Domingo Faustino Sarmiento y la que hoy forma parte de una escuela. Desde Diputados de la Nación y la Embajada argentina están haciendo gestiones para que este sitio se convierta en museo. Hoy se conmemoran 124 años de la muerte del prócer.
Toda esta edificación se la conoce en Paraguay como Solar Sarmiento. Es una estructura sencilla que no tuvo modificaciones desde la época que fue habitada por el prócer. Lo único nuevo son las enormes rejas azules y los juegos infantiles que hay en el arenero. Adentro de la pieza que habitó el maestro durante sus últimos meses de vida, no hay nada que lo recuerde. Sólo hay una mesa, sillas y un armario que pertenecen a la escuela. Esto es lo que quieren cambiar. ‘Desde hace un par de años venimos barajando la posibilidad de poner en valor este lugar clave para nuestra historia, aunque esté en otro país. Lo que buscamos es que allí deje de funcionar el curso y que se transforme en algo parecido a un museo. La idea es colocar allí los objetos que pertenecieron a Sarmiento y que todavía siguen en Paraguay. Pero también, agregar réplicas de otros que están en Argentina, pero que hacen a su historia‘, dijo la diputada nacional Margarita Ferrá de Bartol. Ahora las gestiones las están llevando a cabo a través de la Embajada argentina en Paraguay.
El predio donde se encuentra el Solar abarca casi media manzana y pertenece a la Embajada Argentina, porque el Gobierno paraguayo se lo cedió. A su vez, Argentina le prestó un trozo de este terreno a Paraguay para que instalara la Biblioteca Nacional, que fue propiciada por Sarmiento. Lo que están intentando desde la Nación es que esta biblioteca se traslade a otro edificio para que la escuela pase a ese lugar y así dejar la vieja estructura, que es la que habitó Sarmiento, para que se convierta en museo.
La escuela que funciona allí desde 1985 pertenece a la Embajada argentina. Se trata de una escuela pequeña a la que asisten unos 120 alumnos. Su filosofía de integración la hace distinguirse del resto de las escuelas paraguayas ya que es una de las pocas que incluye en su currícula a chicos discapacitados.
Los paraguayos saben que allí murió Sarmiento. Tal es así que en la puerta de ingreso a la escuela hay una placa que así lo corrobora. En la pared de la entrada se encuentra una frase de Sarmiento que dice: ’Haced de toda la nación una escuela’, arriba de un busto con su figura. En ese lugar, cada 11 de septiembre, la Embajada argentina realiza un acto para recordar al prócer.
Cuando Sarmiento eligió ese lugar para vivir pensó en las bondades de un clima que pudiera ayudarle a respirar mejor. Pero nunca imaginó que el sitio, más de un siglo después de su muerte, iba a convertirse en una escuela que sintetizara todo lo que pregonó durante su vida. La habitación se encuentra pegada al Hotel Gran Paraguay, que se promociona usando la figura del prócer.

