Calles cortadas, policías en cada esquina, puestos de pastelitos fritos y vendedores que ofrecían desde banderitas hasta estampitas con la imagen de Cura Brochero. La calma del pueblito que está en el corazón de las sierras cordobesas, se esfumó por completo. La plaza dejó de ser de los vecinos para convertirse en el albergue de gente que llegó desde distintos puntos del país. Así, una multitud se apoderó del lugar para esperar la canonización de José Gabriel Brochero, el cura gaucho que hoy se convertirá en el primer santo que nació, vivió y murió en Argentina. Será santo por el milagro que obró en la nena sanjuanina, Camila Brusotti.
Llegar hasta el sitio en el que nació y murió fue como estar un poco más cerca de Brochero. Por eso, el pueblo cordobés que lleva el nombre del cura se transformó en el destino obligado de unos 50 mil devotos que llegaron de distintos puntos del país. Si bien el movimiento comenzó hace algunos días, ayer fue la jornada más intensa.
Cientos de colectivos y combis llegaron con fieles para presenciar la transmisión en vivo de la canonización de Brochero desde El Vaticano, que será hoy a las 5 de la mañana (hora argentina). Llamó la atención la organización impecable que hubo en todo el pueblo. El sitio, un destino turístico por naturaleza, demostró ayer que está preparado para recibir a una multitud de visitantes. Las calles aledañas a la plaza principal estuvieron cortadas todo el día, y hubo un importante operativo montado en la zona aledaña al Predio de la Providencia, que es el sitio donde se podrá ver hoy la transmisión en vivo desde el Vaticano, en pantallas gigantes. En ese sitio, que es donde se construirá el templo de Brochero, también se realizó la transmisión de la ceremonia de beatificación.
Desde la medianoche de hoy, la gente se apostará en ese predio para realizar una vigilia que concluirá con la ceremonia que convertirá a Brochero en santo. Pero para empezar a entrar en clima, ayer la gente se apostó en la plaza principal, frente a la parroquia que alberga una imponente imagen de Cura Brochero.
Allí la gente hizo una interminable fila para tocar la imagen. Mientras que en la puerta del templo montaron un escenario por el que pasaron músicos de todos los estilos durante la tarde y hasta avanzada la noche. Los fieles llevaron desde reposeras hasta banquitos para resistir la espera de la canonización. Todos dispuestos a pasar la noche en vela y con el fantasma de una tormenta. Por la tarde, empezaron a llegar los contingentes de fieles sanjuaninos. Los más previsores reservaron alojamiento hace varios meses. Pero otros grupos optaron por pasar la jornada en vela y acampando.
