No están pasando por un buen momento. Es que la falta de personal y los problemas económicos están causando estragos en algunas bibliotecas populares de la provincia que corren el riesgo de cerrar sus puertas. Es por eso que el Gobierno provincial anunció ayer que entregará subsidios a las más necesitadas para que contraten desde contadores hasta auxiliares. Para esto firmó un convenio con la Federación de Bibliotecas Populares.

En la actualidad, la mitad de las Bibliotecas Populares (hay 50 en toda la provincia) está en una situación irregular ante la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares que las nuclea, administra y subsidia), lo que hace que sea difícil que accedan a las ayudas económicas que otorga este organismo. Es que para recibir los subsidios, deben contar con la personería jurídica y deben presentar sus balances anuales, algo que debido a la falta de dinero y de asistencia profesional no pueden cumplir en tiempo y forma. Según las autoridades, este conflicto es cada vez más común, sobre todo en los departamentos alejados.

Esta situación llevó a que el Gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Turismo y Cultura, diera luz verde al plan de salvataje que tiene como objetivo la defensa de la cultura, según Etelvina Illia, titular de la Federación de Bibliotecas Populares. Es por eso que ayer se firmó el convenio a través del cual la Federación recibirá subsidios que distribuirá de acuerdo a las necesidades de cada Biblioteca Popular para que puedan subsistir. Todo esto se hizo en el marco del aniversario de la Biblioteca Franklin. En el acto, también estuvo la directora de Conabip, Angela Singes.

Desde el Gobierno dijeron que todavía no está definido el monto de los subsidios ni a partir de cuándo los otorgarán.

‘El objetivo de este convenio es que las instituciones que están en deuda regularicen sus situación y las que están en reglas puedan ser beneficiadas con otro tipo de ayudas como pagar los sueldos’, dijo Liliana Alanís, directora de Bibliotecas Populares. La funcionaria aseguró que estos subsidios servirán también para que reflotar las bibliotecas que cerraron sus puertas. En el último año cerraron bibliotecas en Zonda, Pocito, Chimbas, Calingasta y Rawson, porque no tenían fondos para mantenerlas y a su vez, no tenían personal suficiente para llevar a cabo los trámites que las habilitara a pedir ayuda a la Conabip.