A poco más de un año de la inauguración de la Senda del Peregrino, que lleva a la Difunta Correa, los paradores son los que más han sufrido el vandalismo. Es que están llenos de residuos, hay basureros incendiados, la gente ensució con grafitis hasta los techos y hace unos días descubrieron que a uno de los parrilleros le arrancaron una parrilla.
La Senda del Peregrino se extiende a lo largo de unos 29 kilómetros, pero los seis paradores con parrilleros, mesas y bancos se ubican desde el cruce de las rutas 20 y 141 hasta las inmediaciones de Cuesta de las Vacas. En ellos, la mugre es uno de sus mayores problemas. Los canastos están llenos y los residuos los han desbordado, mientras que alrededor se acumulan botellas, bolsas y restos de comidas.
En algunos parrilleros (son dos por cada parador) hay paredes laterales quemadas, como si hubiesen hecho fuego en el piso, mientras que los graffitis y rayones son una constante. Pero lo más llamativo es que hubo personas que incluso se tomaron el trabajo de escribir los techos de chapa que tienen los paradores. A su vez, una de las estructuras de hierro que sirven para estacionar bicicletas sufrió daños. Y es que pese al grosor de los hierros, alguien los aplastó.
Por otro lado, en un refugio que está a pocos metros de la Cuesta de las Vacas arrancaron una parrilla. Estas miden aproximadamente 1,10 x 0,60 metros y están unidas por bulones a unas planchuelas de acero que salen de la base de los parrilleros. Pero eso no bastó para que la robaran. Uno de los empleados de la Fundación Vallecito, que se hace cargo del lugar, dijo que desde que está la Senda del Peregrino es la primera vez que los parrilleros sufrieron tanto daño, a la vez que reveló que no dan abasto con la limpieza de los paradores pues la gente no es cuidadosa.
Hasta ahora, el mayor problema que tuvo la Senda del Peregrino es que algunos automovilistas la habían empezado a utilizar, pese a que está prohibido.

