El plantel de Boca Juniors, tras la caída por 2 a 1 ante Estudiantes de La Plata, se retiró de la cancha de Quilmes en silencio y sin formular declaraciones. El director técnico, Alfio Basile, no habló con la prensa, y en su rostro se observaba la preocupación por el mal momento futbolístico del equipo, pero a sus jugadores les dijo que los esperaba mañana a las 10 de la mañana en el predio de Casa Amarilla para entrenarse con vistas al partido frente a Vélez, por la séptima fecha. La derrota caló hondo en el ánimo del grupo, ya que todos los jugadores se dirigieron directamente al ómnibus, que los trasladó hasta el hotel Emperador. El Coco el domingo pasado tras la caída ante Godoy Cruz, por 3 a 2 en La Bombonera, había presentado la renuncia, pero luego fue convencido por los dirigentes de continuar al frente del equipo. Boca atraviesa un presente complicado y un futuro aún más difícil. Sucede que lentamente se va alejando de las chances de clasificar a la próxima Copa Libertadores, algo que era un objetivo vital en este torneo doméstico donde el Xeneize está sumergido en los últimos puestos. El plantel tendrá el día libre esta jornada y mañana a las 10 volverá a entrenarse en el predio de Casa Amarilla, con vistas al partido frente a Vélez Sarsfield, por la séptima fecha del torneo Apertura, en lo que algunos piensan podría ahí sí ser el final del ciclo Basile en caso de otra caída. Fuente: Agencia Télam.
