Hoy, las Fiestas Patronales en honor a María Auxiliadora tendrán un condimento especial. En la celebración participará Rubén Romero, un sacerdote sanjuanino que celebró misa en el Vaticano. Dijo que esta experiencia que le tocó vivir no fue programada ni siquiera ’soñada’ y que sólo sucedió por ’obra de la providencia’. Esta tarde concelebrará la misa en el Colegio Don Bosco junto a monseñor Delgado.
’Estuve en el lugar indicado en el momento justo’. Con estas palabras Rubén Romero comenzó a relatar una de las experiencias más importantes en su vida. ’Fuimos a Roma con un contingente de salesianos por motivo del Bicentenario del Nacimiento de Don Bosco y a un congreso de María Auxiliadora. También para visitar el Vaticano y participar de una audiencia con el Papa, pero nadie en el grupo imaginó que yo iba a terminar concelebrando una misa en la Iglesia de San Pedro. Hasta el día de hoy me parece un sueño’, dijo Romero.
El sacerdote agregó que cuando llegaron a Roma participaron de una visita guiada por el Vaticano, 10 minutos antes de que comenzara la misa y se diera por terminado este paseo. Dijo que en el recorrido se encontró con un exalumno suyo que trabaja en ese lugar y que a la alegría del reencuentro se sumó una petición inesperada. ’El joven me preguntó que si yo quería ayudar al Obispo en la celebración de la misa en la Iglesia de San Pedro. Obvio que respondí que sí de inmediato. Fue una vivencia inolvidable’, dijo el sacerdote.
Protocolo y formalidad son dos de las características principales con las que Romero describió la celebración de la misa en el Vaticano. Dijo que hasta el sermón es leído y que sólo se interactúa con los fieles cuando se les da la hostia.
El 19 de agosto del 2015, al otro día de esta experiencia inesperada e inolvidable, Romero participó con los demás viajeros salesianos en una audiencia con el Papa y tuvo la oportunidad de decirle que era el sacerdote que le escribió muchas cartas cuando era Cardenal. Agregó que con un fuerte apretón de manos el Pontífice le dio a entender que se acordaba de él. ’Me quedé con gusto a fósforo y quise saludarlo por segunda vez. Caminé por entre la multitud para ponerme más adelante por donde el Papa aún no pasaba. Cuando lo hizo volví a estirar la mano para saludarlo. Me hizo un gesto como diciendo ya te saludé antes y eso para mí fue muy gratificante porque a pesar de toda la gente que saludó recordó mi cara’, agregó el sacerdote.
Hoy se realizarán las Fiesta Patronales de María Auxiliadora, en la parroquia del Colegio Don Bosco. El padre Romero volverá a ayudar en la misa, pero esta vez junto a monseñor, Alfonso Delgado. Será luego de que finalice la procesión con la Virgen que arrancará a las 15, desde el ingreso al templo y que recorrerá las calles de la zona. La misa se realizará en el patio del colegio para comodidad de la gente.

