Ayer se realizó una actividad fuera de lo común en el ámbito escolar. Fue un hackatón que llevó a cabo el Instituto Superior de Formación Docente Domingo Faustino Sarmiento para detectar niños con alta capacidad intelectual. Esta actividad formó parte del proyecto de abrir un centro para contener a estos chicos y que ya dio sus primeros pasos. En el Instituto funciona el "aula del futuro", un espacio experimental al que asisten 4 niños con muchas ganas de aprender.

Gabriela Ávila, coordinadora de Práctica y Residencia de Educación Primaria en el Instituto, dijo que desde abril pasado comenzaron a trabajar en el proyecto de este centro, con la puesta en marcha del "aula del futuro". Y que el objetivo es poder ampliarla para que más chicos con alta capacidad intelectual accedan a este espacio. "Hay un alto porcentaje de alumnos con esta cualidad en las aulas y que no es atendido. A raíz de esto comienzan a mostrar dificultades de comportamiento porque se aburren. Y hasta son diagnosticados con hiperactividad cuando en realidad todo lo que se les propone desde la escuela ya lo tienen asimilado y les resulta poco. Por eso creemos en la necesidad de ofrecerles un espacio donde puedan desarrollarse a pleno. Este es el objetivo de crear un centro", dijo la coordinadora.

Test previo. Antes de comenzar con los juegos, los chicos participaron de un test junto a sus padres.

 

Ávila agregó que el "aula del futuro" funciona los martes y jueves, de 16 a 18, y que ofrece un área de investigación, un área de creación y una de grabación para que los niños que asisten puedan desempeñarse como youtubers. "Decimos que este es su espacio de felicidad porque tienen libertad de jugar, de crear, de trabajar en robótica, de profundizar su conocimiento sobre los temas que les interesa. Ahora están creando con maquetas la ciudad del futuro, tal como ellos la imaginan", dijo Ávila.

Pequeños protagonistas. Niños desde los 3 años participaron de esta demostración de inteligencia.

 

Paralelamente al funcionamiento de este espacio se está trabajando en la formación de los alumnos que cursan las carreras de Educación. Ávila dijo que desde hace 2 años se está capacitando a los futuros docentes para que estén preparados para trabajar con los alumnos que tienen alta capacidad intelectual. "A lo mejor el docente actual sabe mucho cómo enfrentar discapacidades, pero poco de atender altas capacidades. A veces, las políticas llevan a mediocrizar la educación, atendiendo más a los chicos que tienen que rendir que a los que agotan la información porque les encanta aprender y tienen facilidad para hacerlo", sostuvo la coordinadora.

El objetivo del hackatón que se realizó ayer, en el Centro Cívico, fue formar una grilla con los niños de entre 3 y 12 años que tengan una alta capacidad intelectual. El mismo trabajo están llevando a cabo los futuros docentes que realizan su residencia en escuelas del Gran San Juan. "Queremos tener un número aproximado de los chicos con estas cualidades para darle mayor fuerza a la creación de un centro", sostuvo Ávila.

 

  • Fanática de los números y las piedras

Renata Cerioli Carrera tiene 7 años y le encantan la geología y la matemática. Es por eso que tiene una colección de piedras y cada tanto visita el Museo Einstein para conocer de fósiles. Además saca cuentas mentales sin equivocarse “ni una vez”. 

 

  • Un lector y artista precoz

Juan Ignacio Hernández tiene 5 años y ya sabe leer y escribir en “imprenta minúscula y mayúscula”. También sabe sumar, restar y multiplicar. Aunque también se destaca en el arte como es el moldeado en arcilla de personajes infantiles.

 

  • Muy madura y estudiosa

Valentina Sánchez, de 9 años, quiere ser actriz cuando sea grande y es por eso que estudia comedia musical con mucha responsabilidad. Todos le dicen que es “muy madura” para la edad que tiene, ya que nunca necesitó ayuda con los deberes.

 

  •  Una vida entre libros

Sofía Donoso tiene 7 años y se considera una “fanática de la lectura”. En lo que va del año leyó 30 libros papel, ya que ama “el olor a papel”. Al año aprendió a caminar y a hablar, y a los 4 a leer. Desde entonces mantiene el hábito de la lectura.