A las 19 familias de un asentamiento instalado desde hace al menos 20 años al costado de un canal y de una finca, en 25 de Mayo, les anunciaron que deberán retirarse ya que el dueño del terreno afirma que tiene inconvenientes para conseguir certificaciones de calidad para su empresa exportadora de uva, por la basura que generan. El problema ya tuvo cruces y las familias denunciaron que el empresario le tiró el rancho a un vecino y por eso temen dejar sus casas solas, por temor a que cuando regresen, estén demolidas.

El caserío está sobre la calle 20 y Divisoria, en 25 de Mayo. El asentamiento discurre al costado de un canal, en una franja de unos cinco metros de ancho por 600 de largo, delimitada del otro lado por el cierre perimetral con alambre de púas del campo del empresario Maximiliano Oliver. Los ocupantes del caserío, entre los que se encuentran casas de material y otras de cañas y barro, afirman que saben que están en un lugar que no es suyo, pero que esos terrenos le pertenecen a Hidráulica. Sin embargo, Maximiliano Oliver afirma que su propiedad tiene como límite divisorio el canal y que no sabe cómo hacer para evitar problemas de basura y saqueos en su finca. "Tengo los planos y la escritura a disposición de quien lo pida para comprobar los límites. Y si alguien no me cree, que contrate a un agrimensor", dijo por su lado Oliver.

"Durante muchos años hemos convivido, pero el problema es que esto se convirtió en un basural. Ya tuve problemas con la certificadora de calidad para vender uva en fresco a otros países porque aparecen tirados pañales, bolsas, botellas de aceite. Uno trata de mantener lo más limpio posible, esperando las inspecciones y recorridas, en las que me piden hasta basureros entre los parrales, pero no hay caso", contó el empresario.

"Acá hay familias que llegaron hace 40 años, y con el padre de este dueño, jamás hubo problemas. Ahora, el hijo nos amenaza constantemente, dice que va a mandar a la Policía para que nos desalojen, por las noches sale de recorrida con su capataz y durante el día manda a sus empleados a ver si alguna casa está vacía. La semana pasada, un muchacho, Martín Avila, había ido a comprar unas cosas y cuando vino, le habían tirado la casita. Quisieron seguir con la de al lado, pero unos vecinos no los dejaron", contó Inés del Carmen Flores, quien dice que vive allí desde hace 30 años.

Oliver reconoció que mandó tirar una edificación precaria, pero que lo hizo para impedir nuevos ocupantes. "No era un rancho, eran unos palos y unos cañizos y los tiré para evitar que se siga asentando gente. Además de la basura, el otro problema es que constantemente faltan elementos de la finca. La otra vez se perdieron unos palos de las parras y resulta que algunos vecinos los usaron para hacer puentes sobre el canal. No hay problema personal con esta gente, entiendo que no tienen dónde vivir, pero están usurpando un terreno privado y lamentablemente no se van a poder quedar", indicó el empresario.

"El intendente Quiroga Moyano sabe de nuestra situación y anda diciendo que nos ofreció un lote por la ruta 279 entre calles 1 y 2. Pero no sólo que nunca nos vino a decir eso, sino que ahí vive gente. Nosotros queremos que nos ayude, que nos dé un lote y una casa, porque si tiramos lo que tenemos acá para llevar a otro lado, dónde vamos a vivir mientras tanto", dijo Lorena Olivera. Este diario intentó comunicarse con el intendente de 25 de Mayo, pero no fue posible. En tanto, los vecinos dijeron que evalúan la posibilidad de cortar la ruta 279 si no reciben una ayuda de las autoridades gubernamentales.