La aplicación de estos productos debe hacerse en forma pareja, cubriendo todo el cuerpo, 30 minutos antes de exponerse al Sol. Se debe renovar la colocación cada 2 horas o después de sumergirse en la pileta o el mar.
No hay que olvidarse de las zonas delicadas como el cuello, las orejas, los empeines del pie, los dedos y el dorso de las manos, la nuca y la entrepierna.
Hay que utilizar protectores de marcas reconocidas, nunca mezclas caseras y desechar los que tienen más de dos años de comprados.
Durante las primeras exposiciones es conveniente aplicar un bronceador con un filtro mayor al recomendado en los hombros, el pecho, las mejillas y la nariz.
