Al día siguiente de que Diario de Cuyo publicara la nota sobre la apertura de la Agrupación Stella Maris, la primera escuela infantil de marineros, aparecieron interesados en apadrinar a los chicos de escasos recursos que quieran ingresar a la misma. Esta iniciativa recibió el visto bueno de los directivos de esta institución que aprovecharon la oportunidad para pedir otras donaciones.

‘Todo lo que se haga para educar a los chicos, enseñarles valores y alejarlos de los peligros de la calle merece el apoyo de la gente’, dijo Arturo Curátola, propietario de la reserva Don Carmelo, en Ullum. Fue el primero en ofrecer su ayuda y está dispuesto a pagar la inscripción ($300) y el traje de marinerito ($500) de algunos chicos que no puedan hacerlo. Lo mismo ofreció Pablo de la Vega, que se conmovió al leer la nota.

‘Ya me comuniqué con el responsable de la escuelita para ver cómo articular la ayuda. Debería crear un registro de padrinos y de chicos que necesiten ayuda y una cuenta bancaria para aportar’, dijo Curátola. Por su parte Daniel Albarraín, director de la escuela dijo que se va a buscar padrinos pero para que no sólo se hagan paguen por la inscripción, traje o cuota mensual, sino también para que colaboren con zapatos y ropa deportiva para los chicos. Agregó que también se pedirá en préstamo o donación trompetas, redoblantes, tambores, bombos y platillos para forma la banda musical de los marineritos. ‘Nunca se nos ocurrió pedir la colaboración de la gente, pero ahora que hay quienes nos ofrecen su ayuda vamos a aprovecharla. Después de que se publicó la nota nos llamaron varios papás interesados en que sus hijos ingresen a la escuela, aunque la mayoría comentó que no tenía cómo pagar por la inscripción ni por el traje, aunque sí los $50 de la cuota mensual’, dijo Albarracín.

En la escuela de marineritos pueden ingresar niños de ambos sexos y de entre 6 y 12 años, aunque también se aceptan chicos de 13 y 14, según agregó el director de la institución.

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