�En el día en el que se celebró su segundo aniversario como papa, Francisco ha convocado ayer a un Año Santo extraordinario que comenzará el próximo diciembre y que estará centrado en uno de sus conceptos más predicados: la misericordia.
El anuncio de Bergoglio se produjo durante su homilía en la celebración de la penitencia y su convocatoria, inesperada, suscitó el aplauso de los asistentes a la ceremonia, en la monumental basílica de San Pedro.
Francisco ha decidido dedicar esta cita a la misericordia, un precepto al que se ha referido en múltiples ocasiones y que está incluido en el propio lema de su pontificado: “Miserando ataque eligendo” (“Lo miró con misericordia y lo eligió”).
Durante su alocución reclamó que “nadie puede ser excluido de la misericordia de Dios” y animó a los fieles a evitar la
superficialidad, sobre todo “cuando nos encontramos ante una persona”. Reconoció haber pensado a menudo en el modo en que la Iglesia ‘puede hacer más evidente su misión de testimonio de la misericordia‘ y concluyó que deberá tratarse de ‘una conversión espiritual‘ para la que convocó este periodo jubilar. Comenzará el día de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre,y tocará a su fin el 20 de noviembre de 2016, cuando se celebra la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo.