En noviembre del 2004, Alan Mallea fue internado en el Hospital Rawson por tener diarrea y vómitos con sangre. Es porque padecía el Síndrome Urémico Hemolítico por haber comido una hamburguesa mal cocida que tenía la bacteria Escherichia Coli, según informaron desde el hospital. El chico murió a la semana.
La noticia causó conmoción en toda la provincia y según la familia Mallea, salieron a comer afuera para festejar el nuevo trabajo. Aprovecharon para ir a un local de comida rápida y Alan pidió una hamburguesa, que según detectaron estudios posteriores, portaba Escherichia Coli.
La enfermedad fue fulminante y el niño de 3 años murió en una semana.
Otro caso resonante, pero que no terminó en muerte, fue el de Maico Cerdera de 2 años. El nene fue internado en febrero del 2005 y luchó con el Síndrome Urémico Hemolítico durante 25 días, hasta que finalmente fue dado de alta. En esa oportunidad la familia del niño dijo que había sido por una hamburguesa. Se tuvo que dializar durante mucho tiempo ya que sus riñones quedaron dañados luego de la enfermedad. Además, tuvo que seguir una dieta estricta para no consumir sodio ya que su organismo no podía sintetizarlo.