Uno de los sitios más importantes de la provincia, cuyos tesoros arqueológicos están al alcance de la mano, es la localidad de Angualasto, ubicada a 40 kilómetros de Rodeo, Iglesia. Pero es tan fácil acceder a ese lugar que se convirtió en uno de los más saqueados por los huaqueros. La depredación comenzó en el siglo XIX, según contó Teresa Michieli, al frente del Museo Arqueológico Mariano Gambier. Pero hasta ahora no se llevó a cabo ninguna medida concreta para evitar el robo de restos arqueológicos. Aún cuando desde 2003 vienen prometiendo diversas medidas. Ahora dicen que antes de agosto estará colocado el cierre perimetral del lugar, una iniciativa que se anunció que estaría lista a principios de 2008.
La tambería está pegada al pueblo. Con el tiempo se convirtió en un cementerio de niños aborígenes, porque estos eran enterrados en la esquina de las viviendas. Pero una recorrida por el lugar permite descubrir grandes excavaciones, producto de las búsquedas de arqueólogos y el saqueo que los huaqueros vienen haciendo sistemáticamente. Esto hizo que surgiera la idea de alambrar el lugar. Hace tres años también se habló de construir defensas en el río para evitar que las crecidas colaboraran con la desaparición de piezas arqueológicas. Pero esto nunca se hizo. La minera Barrick donó el alambrado, que se encuentra en esa localidad desde 2008, y nunca fue puesto. Desde la Municipalidad de Iglesia, que es la encargada de poner la mano de obra para la colocación del cerco, dijeron que la idea es que esté levantado antes de agosto. La decisión de poner el alambrado despertó algunas polémicas. Cuando se hizo el anuncio de la obra, aparecieron arqueólogos opinando que la extensión de terreno era muy amplia y que si se cerraba y colocaba carteles, en vez de preservar la zona, se la podía llegar a perjudicar más, debido a que los saqueadores encontrarían el lugar fácilmente.
A fines de 2008, desde la Dirección de Patrimonio de la provincia dijeron que iban a poner más vigilancia para cuidar el lugar y que iban a construir un centro de interpretaciones para preservar los restos arqueológicos que ya habían sido sacados del sitio y fueron colocados en un museo armado por los mismos vecinos de Angualasto. El año pasado este lugar obtuvo la declaratoria de Sitio Arqueológico, emitida por la Nación. Esto permite que desde Patrimonio puedan tramitar fondos para encarar obras que sirvan para resguardar el lugar. Durante la Semana Santa de 2010 colocaron un patrullaje especial de Gendarmería para que lo cuidara, ya que por costumbre, para esta época, los saqueos aumentan. Sin embargo desde entonces no hubo más control en el lugar.
El yacimiento arqueológico Angualasto tiene unas 230 hectáreas y comprende la Aldea Angualasto (año 1200 al 1460), las tumbas de la cultura Aguada (700 al 1000) y Punta de Barro (50 al 280). En ese lugar se conserva ruinas de casas, corrales, tamberías (depósitos de provisiones) y hasta vestigios de lo que era una avenida principal. Esa aldea era el punto neurálgico de la cultura Angualasto en San Juan, que mantenía relaciones comerciales con pobladores de los territorios donde hoy están Catamarca y La Rioja.

