La población de Angaco no cuenta con una biblioteca popular desde hace veinte años. Por su parte, Ullum se quedó sin la institución hace más de tres décadas. Ahora es posible que la gente de los dos departamentos tenga un centro de lectura, pero para eso las personas que trabajan para crearlos necesitan una mano. Es que, las comisiones que están armando las bibliotecas, a pesar de que ya han recibido algunas donaciones, necesitan que la gente colabore con más libros y elementos mobiliarios para poder inaugurarlas en los próximos meses.

"Necesitamos ayuda. Queremos que los chicos que estudian y los adultos del departamento, tengan un lugar para aprender", contó Emilia Martín, presidenta de la comisión creadora de la futura biblioteca de Angaco.

El centro de lectura recibió el nombre de Teresa Ascencio de Mallea y ya tiene personería jurídica, pero no puede abrir sus puertas hasta que no cuente con la cantidad necesaria de libros y muebles. "Tenemos unos 200 libros, pero la mayoría son novelas. Necesitamos libros escolares, de primaria y secundaria", dijo la tesorera de la comisión Alicia Gómez. Y agregó que la institución necesita además sillas, mesas y escritorios.

Para recibir ayuda, los miembros que integran la comisión creadora de la biblioteca, se reunirán el próximo sábado en la peatonal de Capital para recibir las donaciones de la gente. El material puede ser entregado también en la sede de la biblioteca, en Angaco (ver aparte).

Emilia Martín contó que "si reunimos los elementos necesarios la biblioteca sería inaugurada entre el 10 y 12 de junio". Y dijo que esperan que la biblioteca tenga computadoras conectadas a internet. Las máquinas serán entregadas por el Gobierno provincial y la antena para conectar la red, que tiene un valor de 4.500 pesos, deberá ser pagada por la comisión. "Estamos organizando rifas para juntar el dinero", contó Martín.

Por su parte, desde la ONG Asociación Civil Arte y Cultura, de Ullum, también están apelando a la solidaridad para inaugurar una biblioteca en su departamento. "Buscamos brindar un servicio cultural a la comunidad pero necesitamos ayuda", explicó el presidente de la asociación, Daniel Valenzuela.

La biblioteca popular recibió el nombre de Luis Solera y funcionará en la sede de la ONG, en una casa prestada por un miembro de la comunidad. Los integrantes de la organización esperan inaugurarla en mayo, pero antes deben conseguir algunos muebles. "Sólo tenemos dos estanterías y necesitamos más. Además nos hacen falta mesas y sillas", dijo Valenzuela. La biblioteca ya cuenta con unos 700 libros pero, según comentó el presidente de la asociación, "sería de mucha ayuda tener más y conseguir además una computadora y una fotocopiadora para brindar un buen servicio".