Vanesa Riveros tiene 40 años y durante 17 buscó un hijo. En ese camino fue que se encomendó a la Virgen de Andacollo de Villa Krause y en lo que define como un milagro, quedó embarazada.

Anoche le bailó a la Virgen como danzante de la Agrupación Andacollo, con Dulce María, de apenas 4 meses, en brazos. A Cecilia Mercado (30), un temporal le tiró la casa y en su escape, un palo del techo cayó sobre su cabeza, que le produjo una lesión que afectó su visión. Desesperada, el año pasado le danzó a la Virgen de la mano de su madre, sin poder ver y rezando para recuperar la vista. Ayer, ella agradeció el favor recibido poco después de aquel baile y para Cecilia no existe otra explicación: fue otro milagro. Son danzantes que ayer se entremezclaron con 270 personas más de cuatro agrupaciones que le bailaron a la Virgen de Andacollo para renovar su vínculo y darle gracias, en el cierre de la fiesta de la patrona de Villa Krause. En la procesión, tal como pasó el año pasado, hubo unas 20.000 personas, según la Policía, que dieron sus muestras de fe pese al calor agobiante y la humedad.

Andacollo, Corazón de Jesús, Medalla Milagrosa y Guadalupe fueron las agrupaciones de danzantes y sus cuerpos de música que encabezaron la procesión. Su esfuerzo y sacrificio no se compararon con nada con tal de agradecer a la patrona por las gracias recibidas, según contaron. Estela Gómez llevó a su hija, Rocío (5), como todos los años y la niña, como pudo, dio sus pasos de bailes antes de volver a su silla de ruedas. Estela tuvo un embarazo muy complicado y Rocío nació antes de los 6 meses. No le dieron esperanzas de vida, pero contra todo pronóstico, salió adelante. Estela, en agradecimiento a su pedido a la Virgen de Andacollo, le dio empuje a la Agrupación Guadalupe, que ayer presentó 40 danzantes y 40 integrantes de la banda.

La procesión, en tanto, se realizó tras la tercera misa del día. Aunque el clima no ayudó porque el cierre de la patronal se hizo con 37 grados de temperatura, los fieles no se quejaron. Es más, durante la marcha fueron acercándose más personas, para conformar una marea humana que caminó por las calles de Villa Krause. La llegada de la imagen de la Virgen al templo se completó con fuegos artificiales, en uno de los momentos más emotivos de la noche.