Como dijimos, Luis Scarrone y Esteban Santipolio, profesionales integrantes del CREA Olivícola dieron una charla amena de acuerdo a su vasta experiencia y a buscar cómo adecuarse al momento difícil que vive la actividad agroindustrial.
Las tres preguntas elementales que se deben hacer, dijeron, son:
1. ¿Es rentable la olivicultura?
2. ¿Qué modelo se ajusta mejor a mi capacidad de inversión?
3. ¿Con cuál modelo obtengo mejor rentabilidad financiera de la inversión inicial?
Inicialmente explicaron que hay que implantar montes en buenas tierras y climas adecuados. De la zona, destacaron que debe ser apta. Mencionaron el estudio de adaptabilidad agroclimática del olivo, de los ingenieros agrónomos del INTA San Juan Germán Babelis, Facundo Vita y Eduardo Sierra. Ahí se definen bien las regiones, calificándolas como muy buenas, buenas, marginales y no aptas. Esto ha causado un antes y un después de este estudio. Hubo muchos fracasos y miles de hectáreas perdidas, por plantar montes de olivos en zonas no aptas.
Y la otra cualidad hoy esencial es la cosecha mecánica. Ambos parámetros son vitales para trabajar en esta actividad.
La recolección manual estuvo sobre U$S 0,25 por kilo en la temporada, mientras la mecanizada ronda los U$S 0,10 por kilo. Esto indica el rumbo, más la falta notoria de disponibilidad de mano de obra en toda Argentina, más allá de la actividad rural elegida. Resumieron que en estos momentos hay 4 sistemas de cosecha de aceitunas en San Juan y esta región productora. Realizaron un análisis de conveniencia para cada caso. Siempre hay que considerar: la variedad elegida, la densidad, el tipo de planta, alto y ancho, la escala y el destino final. Los cuatro tipos son:
1) Intensivo con vibradora.
2) Intensivo con side by side (ambos costados).
3) Intensivo con máquina Colossus.
4) Superintensivo con máquina New Holland.
Cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas, con bases técnicas en las variedades, las densidades de plantación, la forma de conducción y el tipo de poda utilizada. Según la superficie total del proyecto olivícola, los tractores disponibles y su potencia, el riego utilizado y los factores anteriores ya mencionados, son las recomendaciones de cada maquinaria para cosechar.
Las vibradoras pueden cosechar de 80 a 100 hectáreas por año, según varias variables. La de ambos lados puede llegar a 250-300 hectáreas por año; la Colossus puede recolectar hasta 250 hectáreas por año y la New Holand aproximadamente 350 hectáreas.
El modelo a elegir siempre dependerá de la capacidad de inversión de la empresa, la escala y el tipo de recolección.
