"La cuestión de transportar gran cantidad de billetes tiene un alto costo para las empresas y los bancos. Para todos los usuarios en general es incómodo. Si bien está aumentando el uso de la tarjeta de crédito, sigue siendo el papel moneda el primer medio de pago. Es decir, se sigue usando más el billete que el plástico. Este tipo de determinaciones no tiene ningún impacto económico. El mismo sistema financiero reclamaba que hubiera papel moneda de mayor denominación por el costo de transporte que significa estar recargando los cajeros automáticos muchas veces en un mismo día.
Nos vamos a acostumbrar a esos billetes, pero hoy por cualquier transacción que se hace en economía doméstica hay que usar no menos de 5 billetes. Además hay que concientizar a los usuarios porque es muy costoso imprimirlos así que hay que cuidarlos, no rayarlos por ejemplo. En cuanto a las monedas hay que seguir poniéndolas en circulación porque son necesarias e incluso tienen mayor vida útil que los billetes".
