En tiempos donde el modelo clásico de ama de casa quedó obsoleto, ellas mantienen la vieja escuela. Sin ser ni más ni menos feministas, decidieron criar a sus hijos y cuidar de sus familias a tiempo completo, sin remuneraciones mensuales y con un premio que, dijeron, es invaluable: ver crecer a sus hijos. Este año, DIARIO DE CUYO decidió homenajear a las madres en su día con historias de mujeres que eligieron mantener la tradición de ser mamás y amas de casa. Ya hubo casos de emprendedoras, deportistas, de profesiones peligrosas, empresarias, políticas o madres solteras, pero faltaba un reconocimiento a las madres que son amas de casa, como Romina, Deolinda y Yanina.
‘Ser mamá es hacer mil cosas a la vez‘, coincidieron Romina Chirino, Deolinda Aballay y Yanina Luna. Ellas estudiaban o trabajaban cuando sus hijos eran bebés, pero se dieron cuenta que no podían seguir así, que necesitaban estar junto a ellos más tiempo y por eso, tras hablarlo con sus parejas, eligieron quedarse en casa.
En tiempos en que las amas de casa de tiempo completo parece que son minoría, ellas se levantan temprano, preparan el desayuno, llevan a sus hijos a la escuela, hacen las compras, el almuerzo, por las tardes ayudan con los deberes, trasladan a sus chicos a baile o a deportes y luego a preparar la cena. Y aunque saben que a veces todo eso lo hacen algunas mujeres que además tienen otros trabajos o profesiones, estas mamás coincidieron en otra cosa: la calidad y cantidad de tiempo que pasan con sus hijos no se compra con nada.
Ellas pudieron elegir y no se arrepienten. Además, cuentan con el apoyo de sus maridos. Hoy, en esas familias que cuidan día a día y en representación de otras madres, celebrarán el Día de la Madre. (Sigue pág. 10).
