Encabezaron la procesión de San Antonio en Media Agua. Detrás de ellos, la imagen del Santo de las cosas perdidas los separaba de la multitud de fieles. Elegantes de pies a cabeza, más de 560 alumnos de las escuelas de Sarmiento y del Colegio Parroquial San Antonio de Padua fueron ayer los protagonistas de la tarde. Además participaron alumnos de escuelas de patinaje artístico y de otras instituciones deportivas del departamento.
Con el uniforme marrón y blanco o con el guardapolvo resplandeciente, los alumnos y los Cuerpos de Bandera de las instituciones fueron los encargados de guiar a las 7.000 personas que dijeron presente. Acompañados por los docentes, los alumnos, chicos de Nivel Inicial hasta de Secundaria, hicieron en el último tramo un cordón para que el Santo llegara hasta el altar ubicado un costado de la Parroquia de San Antonio. Junto a ellos otros niños seguían el paso a paso de la imagen que recorrió cerca de 10 cuadras.
Además de los alumnos, cientos de familias cantaron y aplaudieron cada una de las canciones religiosas que una banda tocaba desde el escenario.
Los altavoces distribuidos a lo largo del recorrido hicieron que las oraciones pudieran ser seguidas por todos los peregrinos que a pesar del calor no dejaron de lado la fe. Es que el viento Zonda no los acobardó. Y es por esto que monseñor Alfonso Delgado, durante la misa, agradeció a San Antonio porque el Zonda dio un respiro a la hora de los festejos. A la vez se alegró y dijo que este viento era un buen augurio para que no falte el agua de San Juan.
Las promesas y las lágrimas fueron moneda corriente en la siesta de Media Agua. Con fotos o con imágenes religiosas los fieles agradecieron o pidieron al Santo de los Imposibles. Uno de los tantos casos fue el de Rosaura Tello. La mujer, del departamento San Martín, fue a pedir por la salud de un sobrino de 7 meses que se encuentra en delicado estado de salud por una anemia.