Desde cero, con un reglamento técnico que tienen que seguir al pie de la letra, estudiantes de sexto año de la escuela Boero trabajan en el diseño y desarrollo de un vehículo eléctrico para poder competir contra otros 81 equipos escolares de Argentina y Sudamérica. Los autos, impulsados a batería, serán piloteados por los propios alumnos en un campeonato llamado Desafío Eco, conformado por tres fechas a disputarse el mes que viene en Buenos Aires, Rafaela y Mar del Plata.

Para la construcción, algunos de los elementos son obligatorios y provistos por la organización, a la vez que deportivamente cada fecha está conformada por clasificación, tandas de eliminación y carrera final. El ganador será aquel equipo que logre recorrer la mayor distancia en un tiempo máximo de dos horas con la misma carga de batería.

‘Para conseguir eso, es necesario crear un buen chasis, liviano y fuerte, y una carrocería aerodinámica’, expresó Marcos Leiva, alumno y uno de los pilotos. Además de los corredores y mecánicos, habrá un jefe de equipo que será el encargado de coordinar las acciones y el nexo con la organización. Este cargo está reservado exclusivamente para un alumno, ya que buscan ese protagonismo. Los docentes son los responsables de todo el proyecto y asesoramiento, pero en competencia serán los chicos los que tendrán plena responsabilidad.

‘Además, la estrategia de carrera será muy importante, porque necesitaremos de un planteo que nos permita administrar la carga de la batería’, señaló Gustavo Elizondo, uno de los profesores.

Para diseñar el vehículo, profesores y alumnos trabajaron sobre compuestos, soldaduras, mecánica y aerodinamia, en horas que se volvieron cortas ante el desafío que los atrapa más, según confesaron.