Pese a estar suspendido, Matías Almeyda se puso un chaleco de camarógrafo y estuvo sobre el césped del Monumental, ya que miró el partido detrás del arco que da a la tribuna cabecera Sívori y allí festejó el gol de Leandro Caruso, del que fue testigo privilegiado. Almeyda estuvo vestido con una campera roja y encima un chaleco tipo pechera negro con la palabra “prensa” con el número 169, como los que identifican a los camarógrafos habilitados a estar junto al campo de juego. Un jugador de fútbol que fue suspendido no puede estar en el campo de juego hasta que no cumpla la sanción. Pudo ver desde allí todas las banderas a su favor, como la que señalaba “Pelado, Gracias por sentir la camiseta como nosotros”. Pero sobre todo pudo ser un privilegiado hincha a un par de metros del arco que defendía Pablo Migliore y en el que Caruso metió el lujoso taco para abrir el marcador.