‘Pensemos en los recursos que disponemos para tanto bien a realizar… Los recursos para hacer el bien siempre serán limitados, pero son el fruto de esfuerzo y del trabajo de todo un pueblo, de otros ciudadanos como nosotros‘.
‘Es muy bueno fomentar el sano orgullo en la altísima vocación a la vida política y a las responsabilidades sociales. El papa Francisco no habló así de los obispos, pero sí de ustedes, que son los dirigentes políticos‘.
‘¿Cómo se puede traducir esa montaña de amor a nuestra vida de dirigentes? Empecemos por la alegría de servir… recorrer con la frente bien alta el camino de la honestidad, sin dejarnos atrapar por el éxito efímero de cualquier tipo de corrupción‘.
