A media mañana, con una ajetreada agenda oficial de anuncios por el 145to aniversario departamental y con los preparativos de la fiesta del próximo fin de semana a full, nadie en Albardón imaginaba lo que se desataría. Cerca de las 17, el cielo se ennegreció, comenzó a soplar un viento muy intenso y arrancó una descarga de lluvia y piedra que dañó viviendas y autos, afectó fincas y convirtió la villa cabecera en un tapizado de ramas y hojas, cruzado por cables de energía y de teléfono. El temporal, que así de repentino como llegó se fue, también tocó otros departamentos, pero fue Albardón el epicentro de los daños.
La cuna del Moscatel estaba devastada. Por calle Sarmiento, a los Valdez les había caído un árbol sobre el techo, y similar suerte había tenido otra familia de calle Arenales, donde un árbol les había destrozado parte de la reja. También una camioneta Ford y un Renault Kangoo habían sido alcanzados por ramas grandes. Según la Policía, hasta anoche no habían tenido que evacuar a nadie, pero había daños en fincas que aún no podían precisar. Al mismo tiempo era desoladora la imagen de ramas gigantes esparcidas por todos lados, pilares caídos, follajes completos agujereados y decenas de metros de cables volteados.
El temporal abarcó principalmente dos franjas, una al este y otra al oeste del Gran San Juan, por lo que cayó algo de granizo en 9 de Julio, San Martín, Ullum y Zonda, y la lluvia fue más extendida aún, abarcando prácticamente todo el Gran San Juan. Pero el frente de tormenta se desplazó con velocidad de sur a norte. Tanto que, en pleno centro, en sólo 20 minutos el cielo pasó de un enjambre de nubes negras y densas a ser un lienzo azul y diáfano. Y el mismo tiempo tardó en secarse la poca lluvia que había caído.
Algo similar pasó con la temperatura: del pico de 39 grados que hubo hasta minutos antes de la tormenta, bajó 5 grados en menos de 1 hora y continuó descendiendo hasta las 18 inclusive. Y si bien más tarde regresó el calor, el termómetro apenas volvió a superar la barrera de los 30 grados centígrados, pese a los 41 de máxima que estaban pronosticados para ayer.