Los vecinos de Villa Obrera, Chimbas, volvieron a encender la luz de alarma tras la aparición de 7 perros y 3 gatos envenenados. Los animales tenían dueños pero solían andar en la calle. Una situación similar se vivió en ese barrio en mayo del año pasado cuando apareció una decena de mascotas muertas. Afirmaron que no saben quién pudo haberlos matado.
Fue el sábado pasado cuando Azucena Herrera salió de su casa y al poco andar, en medio de la calle, había un perro muerto, al parecer envenenado, según contó la mujer. “Era un animal bueno, andaba sin molestar a nadie y cuando yo iba a la carnicería le compraba algunos huesos. Al principio pensé que había muerto porque estaba enfermo. Pero el domingo cuando mi hijo salió a pasear al perro que tenemos en el fondo, se dio cuenta que había más animales muertos en la calle y en las cunetas, todos con síntomas de envenenamiento”, dijo Azucena. De ahí en más comenzó a comunicarse con el resto de los vecinos de calle Marucho, entre Baqueanos y Domador, que es donde ocurrió la mortandad. “Se trata de mascotas que tienen dueños, pero que durante el día salen a la calle. El problema es que los niños también corren peligro porque tiraron restos de comida envenenada”, dijo. Su hermana, que vive en la esquina, sufrió en carne propia la situación. “Mis caniches y mi gato aparecieron muertos ayer”, contó Marta. No es la primera vez que una mortandad de animales sucede en el lugar. En mayo del año pasado murieron 8 perros y 2 gatos.
La seguidilla de matanzas de animales en toda la provincia comenzó a movilizar a las protectoras locales y el 22 de noviembre pasado organizaron una marcha en la Plaza 25 de Mayo. Esto sucedió porque en julio de este año aparecieron animales envenenados en el barrio Bella Vista, en Pocito. Un mes después, en La Rinconada sucedió algo similar. Otra matanza que alarmó a los vecinos fue en Desamparados. A fines de septiembre aparecieron muertos más de 10 perros cerca de la escuela Polivalente de Arte. Mientras que en el barrio Huarpe, en Caucete, los vecinos pusieron la denuncia en la Policía cuando detectaron que habían envenenado mascotas en los fondos de sus casas.