San Juan, 13 de julio.- Monseñor Alfonso Delgado se había mostrado a favor de la unión civil la semana pasada en una entrevista con DIARIO DE CUYO, al decir que nunca se opuso a "otorgar derechos" que se garantizarían con la unión civil. Ahora, consultado por DIARIO DE CUYO online, dijo que "las cosas tienen que quedar en paz, y no se debe aprobar ni el matrimonio homosexual ni la unión civil”.
Inicialmente, el Obispo se refirió a manifestaciones de Cristina Fernández: “Si la presidente (sic) de la Nación conociera de historia, no diría ciertas cosas”, afirmó a DIARIO DE CUYO online, en relación a los dichos de la presidenta, quien citando dichos del cardenal Bergoglio sobre “expresiones que hablan de un proyecto del demonio”, declaró que tales apreciaciones “remiten a los tiempos de la Inquisición”.
La inquisición es una institución del Medioevo, nacida en el seno de la Iglesia Católica, que en su primera etapa estuvo dedicada a la supresión, persecución y ajusticiamiento de los acusados de herejía y brujería.
“La presidente no puede usar esos términos, porque aquí no se persigue ni se discrimina a nadie por su orientación sexual”, señaló Delgado. “Simplemente”, agregó, “estamos contra el rompimiento de un orden natural, y no por estos proyectos donde, dentro de una figura civil, se acepta cualquier tipo de unión”.
Sobre la unión civil, retomó: “Las cosas tiene que quedar en paz, y no se debe aprobar ni el matrimonio homosexual ni la unión civil”, manifestó, contradiciendo sus opiniones de días pasados cuando había declarado a este diario que "uno nunca se ha opuesto a que reciban los beneficios normales de jubilación, de obra social, de resolver cuestiones de herencia", elementos que se garantizarían a través de la unión civil. Sin embargo, había pedido que se "aclare bien de qué se trata, para evitar que bajo un nombre distinto, se establezca un esquema jurídico equivalente al matrimonio". Según dijo, "eso sería una estafa y no creo que nuestros senadores vayan por ese lado".
El obispo se refirió también al viaje de la senadora Riofrío a China, respondiendo a una invitación presidencial, que dejaría sin un voto trascendente a la postura por la negativa al matrimonio igualitario en Senadores. “La decisión de la legisladora tiene un costo o un beneficio. Ella lo habrá calculado así. Veremos”, sentenció. “No he llamado a nadie para que le pida que no viaje, no tengo el teléfono del gobernador, y estaba en Japón”, ironizó el religioso.
Consideró que en “el apuro por tratar este tema, en el que otros países demoraron años y años, y aun no lo han resuelto, se están pasando cosas gordas como, tengo entendido, el reclamo por el mar territorial del sur, del que se vencieron los plazos”.
Acerca del reclamo de que la iglesia no presione por el resultado del tratamiento de la ley por ser de ámbito civil y en un estado laico, consideró que “esto excede lo civil, esto es de dignidad humana. Así como no se puede violar el principio de la gravedad con una ley, y las cosas seguirían cayendo, tampoco se puede violar este orden natural”, analizó, asimilando el acto de fe a un hecho científico.
Sobre su coincidencia o no con las polémicas declaraciones del obispo Jorge Lona, quien consideró a la homosexualidad como “una enfermedad curable, una desviación”, no hizo declaraciones. Sólo informó que se reunió con colegas que tienen esa posición “como pastor, al igual que con sectores que representan a los homosexuales, algunos de los cuales me manifestaron que ellos tampoco quieren la sanción de esta ley”.
