El banco de pelucas del Hospital Rawson aún no inaugura, pero ya está en funcionamiento. Y es que de sus 10 elementos recién adquiridos, 2 ya fueron entregados. Se trata de un servicio que generó la cooperadora del centro de salud, inédito en el hospital, y estará destinado a mujeres con tratamiento oncológico, en un intento por mejorar su calidad de vida.

La idea de contar con un banco de pelucas surgió del Servicio de Oncología del Rawson y la cooperadora la materializó con los fondos generados por un desfile de modas realizado a fines del año pasado. Las pelucas son de pelo natural y realizadas a mano (por eso son muy costosas); y las pacientes que lo deseen, las recibirán en comodato durante el tiempo que dure el tratamiento. Esto quiere decir que luego deberán devolverlas.

"Contactamos a un empresario mendocino que se dedica a este trabajo y cuando nos recibió nos mostró diferentes calidades. Las mejores y más caras son justamente las de pelo natural, que cuestan $2.500 cada una. Cuando le dijimos el fin que iban a tener estas pelucas, el hombre nos dijo que nos ayudaría. Así fue que en menos de un mes, nos dio las 10 pelucas más caras por $1.000 cada una", contó Alcira Rubio, presidente de la cooperadora.

La decisión de que el banco de pelucas por ahora sea para mujeres se debe a que de los actuales 300 pacientes en tratamiento oncológico en el Rawson, la mayoría son mujeres (no pudieron precisar el porcentaje), a la vez que psicológicamente es más impactante la pérdida del pelo en ellas que en los varones, informaron. "Para las pacientes en tratamiento, tener una peluca les permite asemejarse a la imagen que perdieron de sí mismas, porque adelgazaron y se quedaron sin cabello. Además, reduce el impacto en los demás, por lo que la persona se siente menos observada", explicó Rosana Correa, psicóloga del Servicio de Oncología del Hospital Rawson.

La ventaja de una peluca de pelo natural es que puede plancharse o recibir permanente y lavarse cuantas veces se desee, a la vez que los cuidados mínimos. La cooperadora, de todas formas, llevará las pelucas a mantenimiento cada tres meses, a la vez que irá sumando otras nuevas o donadas. El del Hospital Rawson es el segundo banco de pelucas de la provincia, ya que el otro pertenece a la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEL).