Le costó todo. Desde empezar en Astica, de fracasar en ese primer intento de ingresar al Centro de Educación Física, el SEF 20 en Santa Lucía y fue La rioja la que le abrió las puertas. Ahí, Viviana empezó a estudiar Educación Física y es profesora ya recibida. Además, explotó en las prueba de medio aliento, en los famosos 10 km que le fueron abriendo puertas en todo el país hasta que llegó la chance de ir a los Juegos Olímpicos. No era fácil y tuvo que remarla. Se la jugó y con casi nada y el respaldo de un primo que le facilitó un préstamo para ir y jugarse la última carta en Holanda. Lo hizo. Solita. Si con sólo 7 euros en la mano se las bancó en Rotterdam y cuando volvió empezó a cosechar y agradecer. Lo primero fue agradecerle al municipio de Valle Fértil y a su gente de Astica. En especial al intendente Omar Ortiz y al presidente del Consejo Deliberante vallisto José Torres. Acá, a la Secretaría de Deportes, al gobernador Sergio Uñac y a AOMA-Seccional San Juan que con Iván Malla le facilitaron muchísimo la concentración en Marruecos y al secretariado general del gremio minero, Héctor Laplace. Ahora disfruta porque también Fila, que siempre confió en ella, estuvo y ahora más que nunca. ‘Todos me hicieron sentir como la mejor. No me faltó nada y soy consciente de que ir a pelear una medalla es un imposible. Estar acá ya es mi triunfo’.