“¡Pero si es la jefa!, ¿qué quiere que le escriba hoy?”. Así trataba Gabriel desde hace años a esta cronista cada vez que le llamaba por teléfono para pedirle una nota. Y pensar que ‘la jefa’, como él decía, no hubiera podido dar grandes pasos si él con su paciencia y sapiencia no hubiera dedicado horas a enseñarme los vericuetos de la vitivinicultura regional, aunque sé que nunca le llegaré a los talones. Y sí, la vitivinicultura era su fuerte, por algo todos en la región lo tenían como el principal referente. Pero no se quedaba atrás con la política mendocina, de la cual conocía a todos y cada uno de los personajes, los viejos y los nuevos de Mendoza. Justamente él estuvo en la primer conferencia de prensa que dio Paco Pérez junto a su vice Ciurca apenas asumió, y fue quien levantó la noticia de las palabras contra nuestro gobernador Gioja, que provocaron un gran revuelo posterior en toda la región, y cuyos ecos salen a la luz en cuanto análisis político biprovincial se haga.

Apasionado en todo, sus últimos artículos sobre los pequeños productores eran su obsesión. “Ellos hicieron la vitivinicultura en la región, y hoy tienen que integrarse si quieren subsistir”, me decía cada vez que se tocaba el tema. No me voy a explayar en su enorme trayectoria profesional. Autodidacta, me contó que tenía sólo 18 años cuando empezó a hacer sus primeras armas en periodismo que lo posicionaron como un referente. Últimamente su larga enfermedad lo tenía cansado, pero nunca perdió su sentido del humor. “Me están haciendo falta unos buenos Malbec sanjuaninos, aunque el Syrah de tus pagos también está excelente. Las bodegas sanjuaninas han crecido mucho, ahora son de excelencia”, me decía. Hace poco me dijo que tenía algunos malestares. “La voy a pelear todos los días”, me aseguró. Y seguramente lo hizo hasta el último aliento. Quedarán en el recuerdo miles de columnas vitivinícolas que fueron publicadas durante más de 20 años en DIARIO DE CUYO. Pero en el equipo de Economía principalmente, donde más asiduamente trabajaba Gabriel, la pena es grande y el vacío será difícil de llenar.