La última vez que Mercedes Sosa subió a un escenario sanjuanino fue en 2006, en la Fiesta de la Tradición, en Jáchal. Y lo hizo ataviada con un poncho que acababa de regalarle la jachallera Calixta Mallea, una de las tejedoras más reconocidas de la provincia, que obtuvo premios a nivel nacional y que ayer, a los 92 años, falleció en su pueblo natal. Al cierre de esta edición sus restos estaban siendo velados en una sala velatoria de Jáchal. El sepelio será hoy a 10, en el cementerio de ese departamento.

Doña Calixta se caracterizó por su habilidad para el tejido en telar. Manejaba como ninguna el telar de campo o telar horizontal. Y sus combinaciones de lanas y creatividad para el diseño hicieron que esta tejedora fuese reconocida más allá de las fronteras de esta provincia.

Sus dedos se movían rápidamente entre los hilos de colores. Mientras que por su cabeza, sin previo boceto, pasaban los diseños más creativos. Para esta artesana, tejer fue tan vital como respirar. Y esto quedó plasmado en todos sus trabajos reconocidos más allá de esta provincia.

Sus últimos años los pasó en la localidad El Rincón, pero nació en Punta del Agua, al pie del río Bermejo, el 14 de noviembre de 1921.

Como solía suceder con las niñas de esa época, aprendió el oficio cuando apenas tenía 11 años. Lo hizo viendo hilar y tejer a las mujeres mayores de su familia. Una tradición de la que se apoderó y no soltó hasta el día de su muerte.

La luz de un candil fue su única compañía durante las largas noches en las que tejía en el patio de su casa. Luego mandó a construir un alero para instalar el enorme telar bajo techo.

Sus coloridos tejidos y llamativos ponchos, se transformaron en furor en La Rural de Buenos Aires, en la que la artesana participó en varias oportunidades representando a la provincia.

Por todo esto, en agosto del año pasado, el Gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Turismo, decidió reconocer a las mujeres jachalleras que rondan los 80 y 90 años. Y entre las homenajeadas estuvo Calixta, que fue la única que pudo asistir. Esa fue la última oportunidad que la mujer tuvo exposición mediática.

Sus trabajos, especialmente los tejidos en telar, formaron parte de lo que se mostró en exposiciones nacionales de los años ’70. Y en los últimos años volvieron a tomar protagonismos. Es que estas obras representaron a San Juan en los distintos stands que se montaron fuera de la provincia. En varias oportunidades fue acreedora de distinciones en el rubor tejido artesanal, por la calidad de su producción. Y en 2012, también en La Rural, doña Calixta obtuvo un premio a la trayectoria.

En septiembre pasado, la tejedora jachallera obtuvo su última distinción en vida. Fue en el marco de las Cuartas Jornadas del Mercosur de Patrimonio Intangible que se llevaron a cabo en a provincia. Allí, el Ministerio de Turismo de la provincia le entregó un reconocimiento como hacedora de Patrimonio Intangible.

Desde la Municipalidad de Jáchal adelantaron que la próxima semana realizarán una serie de actos en memoria de la artesana fallecida.