Este año, la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones asistió a 398 personas, de las cuales 107 fueron por órdenes judiciales, con problemática de adicciones. Si bien los tratamientos se realizan a través de internaciones o en forma ambulatoria, con equipos interdisciplinarios, hay un motivo por el que no todos los pacientes pueden quedarse en la provincia. Es que al momento del diagnóstico, desde el área del Ministerio de Desarrollo Humano abarcan también la necesidad de pacientes con patología dual, la afección que combina una adicción con algún tipo de trastorno mental. Y no hay un centro en la provincia que contemple ese tratamiento.
"En San Juan no hay instituciones que puedan abordar esas problemáticas. Nuestra labor es atender este tipo de demandas", afirmó Analía Lorenzo, abogada de la Dirección.
Por lo tanto, las personas que deben realizar el tratamiento por patología dual, deben hacerlo en otra provincia. Lorenzo agregó que en la cartera se contemplan becas de ayuda económica para personas que acrediten no contar con los fondos suficientes y admitió que la tramitación para conseguir esa beca puede demorar hasta 4 meses, "una espera larga".
La fundación Patología Dual publicó el pasado 9 de noviembre un estudio que indica que "el 80 por ciento de las personas que sufren un trastorno de adicción presenta también una patología mental y lo mismo ocurre a la inversa… y que se debe tratar a la vez para evitar que el paciente reciba tratamientos independientes y hasta contradictorios".
Otro factor que incide en este tratamiento es el entorno familiar. La abogada disertó ayer en la jornada sobre "Mediación Familiar y Adicciones", que se realizó en el Foro de Abogados, y se refirió en un pasaje a la Ley de Salud Mental, 26.657, relacionada a la patología dual. "Esta ley considera que las personas en situación de posible internación psiquiátrica deben hacer siempre los tratamientos cerca de su grupo familiar, social e incluso en su contexto laboral. No se lo debe aislar al paciente porque para lograr una recuperación próspera, deben tener la presencia de sus campos sociales cubiertos".
Lorenzo añadió que "el acompañamiento de un paciente psiquiátrico es importante no sólo en la internación sino también cuando se le da el alta, el seguimiento que pueda hacer la familia sobre cómo sigue este paciente, es básicamente lo que lleva a que se pueda sostener un tratamiento bien dirigido".
Según la publicación de la fundación, los expertos han resaltado que donde no existe la posibilidad de tratar la patología dual, cuando una persona presenta algún tipo de enfermedad adictiva es atendida en un circuito específico y si se detecta un trastorno mental va a otro, lo que desemboca en una asistencia dispar y descoordinada.
La mente no se elige
El psiquiatra español Augusto Zafra, especialista en patología dual, expuso que los cerebros no funcionan como uno quiere y que todas las personas, independientemente de su status socioeconómico, de su edad o de su sexo, al nacer ya tienen más o menos predisposición a sufrir adicción, depresión, esquizofrenia u otros trastornos mentales.
Cuando esas personas con una mayor vulnerabilidad ven sometido su cerebro a una situación de estrés por determinados comportamientos o por acontecimientos vitales como rupturas de pareja, duelos de personas o infecciones, pueden caer más fácilmente en una adicción y un trastorno mental, según Zafra.
"Si no tratamos conjuntamente la adicción y el trastorno mental, el resultado no será tan bueno como sería esperable y la tasa de recaída aumenta muchísimo", destacó Zafra.