La Comisión Nacional de Justicia y Paz, que depende de la Conferencia Episcopal Argentina, manifestó ayer que adherirá a la marcha de silencio convocada por los fiscales federales a raíz de la muerte de Nisman, por considerar que se trata de un acto ‘no partidario y de valor republicano‘. El organismo eclesial, integrado principalmente por laicos, invitó a los creyentes a sumarse a esta iniciativa mediante la ‘oración al Señor de la Historia, pidiendo para nuestra Patria paz, justicia y verdad‘. La Comisión, que preside Gabriel Castelli, expresó en un comunicado su adhesión a la marcha del 18 de febrero ‘en el entendimiento de que se trata de un acto no partidario‘.
