Alemania y Francia, las dos grandes potencias de la zona euro, emplazaron ayer a Grecia a que se pronuncie, lo antes posible, sobre si quiere seguir en el euro y congelaron la ayuda de 8.000 millones de euros hasta que se despeje esta incertidumbre. ‘La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pueden entender que haya un sexto tramo de ayuda si no se cumple lo acordado y si no se despeja la incertidumbre‘, dijo el presidente francés, Nicolas Sarkozy. La canciller alemana Angela Merkel afirmó que el sexto tramo sólo se podrá pagar si Grecia acepta todas las partes del acuerdo pactado en la cumbre de la eurozona del 27 de octubre‘ y si el referendo supone la aceptación o no a seguir en la zona euro. Tras una conversación entre los principales líderes de la Unión Europea y el primer ministro griego, George Papandreu, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, dijo en rueda de prensa: ‘nuestros amigos griegos deben decidir si quieren seguir el viaje con nosotros‘. Los líderes europeos están indignados por el sorpresivo anuncio unilateral de Papandreu del lunes de convocar a un referendo sobre el acuerdo de rescate alcanzado en una cumbre de la Unión Europea la semana pasada. Sarkozy afirmó que si se realiza el referendo, debe ser acerca de si Grecia permanece o no en la zona euro. Europa no podría soportar un largo periodo de incertidumbre. Por su parte, el jefe del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, dijo que el referendo de Grecia se realizará el 4 de diciembre.
