�Más luz natural, menos eléctrica: con esta sencilla receta se pueden mitigar alteraciones del sueño, así como sus repercusiones en la salud, así lo aseguran científicos de EEUU en base a un estudio que demuestra que con sólo una semana de vacaciones en el cámping, rodeado de naturaleza, ya se pueden percibir los beneficios. La luz natural se acompasa al reloj interno con el ritmo natural del día y la noche, según señalan los científicos en la revista especializada ‘Current Biology‘. En unos días hasta las personas más nocturnas se convierten en madrugadoras. Kenneth Wright y su equipo de la universidad de Colorado en Boulder estudiaron el ritmo de sueño y nocturno de ocho adultos durante una acampada de una semana y durante su vida laboral.
Como no todas las personas pueden ir a acampar, los investigadores recomiendan además mucha luz del Sol durante el día y utilizar la luz eléctrica poco tiempo por la noche. De esta forma, las personas pueden irse antes a la cama y levantarse más temprano.
